El futbolista de Universidad de Chile se refirió a su paso por un centro dependiente del Servicio Nacional de Menores en Peñaflor. Además criticó a los políticos: “Siento que deberían ayudar, pero de verdad”.
«Lo diré con mis palabras aunque suene vulgar: el Sename es una basura. Del cien por ciento de dinero que se entrega, un 1% llega a los hogares. Lo demás no sé si se lo roban, porque no estoy ahí, pero no llega a los niños», aseguró el volante al programa Código Camarín.
Sobre los políticos, añadió: “Siento que deberían ayudar, pero de verdad. De repente veo a Camila (Vallejo) llorando por todos los niños de Chile en el Congreso, pero nunca ha ido a visitar un hogar de menores”, dijo.
Maturana llegó al Centro de Aldeas Mis Amigos de Peñaflor -que colabora con el Servicio Nacional de Menores- cuando iba a cumplir los 13 años. Fue internado luego de una serie de conflictos familiares.
Por su talento, el director del hogar Luis Ortúzar, le pidió al ex jugador Cristián Mora -el encargado de las divisiones inferiores de Universidad de Chile en ese entonces- que revisara las condiciones futbolísticas del niño oriundo de Lampa.
Según relata Emol, el jugador apenas tocó la pelota pasó a cinco rivales. Y la historia tuvo final feliz: lo ingresaron a la “Casa del Jugador”, subió de peso y aumentó su masa muscular. Cuando va a visitar el centro de menores en Peñaflor, Maturana intenta “demostrarles que no todo está perdido en la vida cuando te va mal, que siempre existe una esperanza de surgir, una ilusión y es bonito compartir esa experiencia con ellos”.
