El diputado reconoció que «resulta atendible cuestionarse si es que se accedió al traslado de mi grupo familiar para una actividad privada debido a mi condición de parlamentario», aunque insistió en que no cometió ninguna irregularidad ni tampoco pagó por el transporte a la institución
En su blog, el diputado Gabriel Boric escribió un texto en el que pidió disculpas por la controversia levantada a partir de un viaje a la isla Lennox en un buque de la Armada, junto a 29 personas de su familia, para instalar un monolito en memoria de su bisabuelo Ive Boric, pionero croata en la zona austral.
Después de una columna de Carlos Peña publicada ayer en El Mercurio, el diputado autonomista reconoció que el texto lo motivó «a una reflexión pausada y profunda respecto del hecho en si, pero por sobre todo, de mi conducta, en atención a mi cargo de parlamentario y condición de personaje público», dijo.
En este contexto, Boric insistió en que contó con las autorizaciones regulares pertinentes y que en efecto, el transporte de la Armada a zonas aisladas puede ser gestionado por cualquier chileno.
Sin embargo, reconoció que «resulta atendible cuestionarse si es que se accedió al traslado de mi grupo familiar para una actividad privada debido a mi condición de parlamentario», aseguró.
El ex dirigente estudiantil enfatizó que «me parece que la pregunta de fondo es cuál es el estándar de conducta exigible a una persona que se dedica a los asuntos públicos, y en particular, a un parlamentario. Y en esto creo que Carlos Peña tiene un punto. Es evidente que frente al nivel de desprestigio de la política en Chile, cualquier hecho reñido no ya con la ley, sino con la ética, resulta inmediatamente reprochable. El problema aquí recae en definir una ética común, tarea difícil y a la que quienes no buscan la verdad sino enlodar al del frente (independiente del color que sea), hacen un flaco favor», dijo.
Finalmente Boric se disculpó de manera explícita. «Y como tengo la convicción de que es correcto exigir un estándar de conducta mayor a quienes se dedican a los asuntos públicos, bien vale pedir excusas a quienes han visto en este episodio un hecho de uso injustificado de privilegios. Ofrezco además mis disculpas a la Armada de Chile por haberla envuelto en esta polémica que podría haber sido prevista. Y en esto la responsabilidad es mía», concluyó.
