El parlamentario se refirió a las declaraciones de los diputados Camila Vallejo (PC) y Juan Luis Castro (PS), quienes aludieron a su «relación amorosa» para advertir un supuesto «ajuste de cuentas» ante la ley de aborto.
El senador independiente Pedro Araya aseguró que es «falso» que sus cuestionamientos al proyecto de ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales tenga relación con el reproche que hizo la comisión investigadora Sename II a su pareja, la ex ministra de Justicia Javiera Blanco.
En entrevista con Radio Cooperativa, el parlamentario se refirió a las declaraciones de los diputados Camila Vallejo (PC) y Juan Luis Castro (PS), quienes aludieron a su «relación amorosa» para advertir un supuesto «ajuste de cuentas» ante la ley de aborto.
«Eso es absolutamente falso, es tratar de simplificar un debate por personas que no tienen argumentos. Lo que dijo Camila Vallejo me parece una bajeza. Si ella tiene un argumento para discutir aborto, debatámoslo, pero ella no tiene por qué mezclar las relaciones personales que uno tiene con cómo uno está votando», arremetió el legislador por Antofagasta.
«La votación que yo tengo en el Senado es absolutamente autónoma respecto de mis relaciones familiares. Uno vota pensando en lo que cree que es lo mejor para el país. Por lo demás, el comentario de Camila Vallejo me parece absolutamente machista: ella presupone que Javiera Blanco no se puede defender y tiene que salir uno a defenderla», prosiguió el senador.
«Mi impresión es que aquí lo que ocurre con Camila Vallejo y, en general con el Partido Comunista, es que están bastante desesperados porque han ido perdiendo espacio ante el Frente Amplio, entonces están tratando de congraciarse con su electorado», agregó Araya.
En ese sentido, dijo que «llama la atención que la directora del centro donde muere Lissette Villa y la directora regional del Sename de la época eran militantes comunistas. Por ende, uno esperaría que la diputada Vallejo tenga el mismo estándar y salga a condenar fuertemente las actuaciones de sus dos compañeras comunistas que estaban directamente a cargo del cuidado de Lissette».
