La mayoría de los imputados alegan inocencia y acusan un montaje del gobierno
Se calcula que el juicio, que se efectúa en el marco de la ley antiterrorista, durará unos 50 días laborales e incluye las declaraciones de 140 testigos, 44 de la Fiscalía y 96 ofrecidos por la defensa de los imputados, entre los que destaca la machi Francisca Linconao, una autoridad religiosa de su comunidad.
El Tribunal Oral en lo Penal de Temuco abrió este lunes un juicio contra once comuneros mapuches, incluida una machi, imputados por el homicidio del agricultor Werner Luchsinger y de su esposa, Vivianne Mackay durante un asalto incendiario a su casa en enero de 2013, en un fundo cercano a esa ciudad, en la región de La Araucanía.
Se calcula que el juicio, que se efectúa en el marco de la ley antiterrorista, durará unos 50 días laborales e incluye las declaraciones de 140 testigos, 44 de la Fiscalía y 96 ofrecidos por la defensa de los imputados, entre los que destaca la machi Francisca Linconao, una autoridad religiosa de su comunidad.
El día de los hechos, cuando Vivianne Mackay alcanzó a llamar a Carabineros antes de morir, fue detenido a 1,7 kilómetros del lugar, herido de bala, el también machi Celestino Córdova, hasta ahora el único procesado por el crimen, quien fue condenado a 18 años de prisión.
El juicio comenzó este lunes con la exposición del fiscal Alberto Chiffelle, quien presentó los argumentos de la Fiscalía para imputar a los once mapuches, incluido el testimonio de uno de ellos, José Manuel Peralino, que incriminó a los otros, y también evidencias técnicas.
Entre estas últimas, una triangulación de antenas de telefonía móvil, que situó al menos a cuatro de ellos en las inmediaciones de la vivienda atacada la noche del atentado, el 4 de enero de 2013.
El caso está asignado a la II Sala del tribunal, presidida por el juez José Ignacio Rau, y deberá establecer la culpabilidad o inocencia de Aurelio Catrilaf Parra, Eliseo Catrilaf Romero, Hernán Zenen Catrilaf, José Cordova Tránsito, José Tralcal Coche y Juan Tralcal Quidel.
También de Luis Tralcal Quedel, Sabino Catrilaf Quidel, Sergio Catrilaf Marilef, José Peralino Huinca y de la machi Francisca Linconao.
Para diez de los imputados la Fiscalía pedirá presidio perpetuo, y de diez años de prisión para José Peralino.
Durante el período de investigación, la mayoría de los imputados permaneció en prisión preventiva, desarrollaron huelgas de hambre y alguno se dio a la fuga al recibir la libertad condicional. Todos alegan inocencia y acusan un montaje del gobierno.
La machi Francisca Linconao, una frágil mujer de 60 años que ha tenido frecuentes problemas de salud, se encontraba actualmente en régimen de arresto domiciliario, tras permanecer un tiempo hospitalizada.
