Publicidad
40 familias de migrantes fueron desalojados por la municipalidad de Santiago

40 familias de migrantes fueron desalojados por la municipalidad de Santiago

“Las personas migrantes, como todas las que viven en Chile, tienen derecho a una vivienda digna, así como deben ser protegidas de los abusos de arrendadores inescrupulosos que aprovechan la vulnerabilidad de estas personas», aseguró Branislav Marelic, director del INDH.


Luego de casi dos años de ocupación, unas 40 familias de migrantes –que sumaban más de 90 personas- fueron desalojadas de un conjunto de casas de propiedad de la Municipalidad de Santiago, ubicadas en el céntrico Barrio Balmaceda. La última fase de la desocupación se realizó este martes 26 de septiembre, cuando las familias fueron sacadas por funcionarios municipales y enviadas a distintos puntos de la capital. El proceso fue observado desde el inicio por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Las familias migrantes –en su mayoría haitianas y colombianas- recibieron un subsidio de 240 mil pesos para arrendar una habitación y desocupar el sitio que el municipio destinará a la construcción de viviendas sociales, según informó el INDH, quien cauteló que se cumplieran las normas internacionales de derechos humanos ante desalojos forzados.

Con a lo menos media docena de camiones y la participación de una treintena de funcionarios municipales, el traslado de los enseres de los afectados se produjo sin incidentes, con la presencia de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, instituciones que mantuvieron distancia y no intervinieron en el procedimiento.

El director del INDH, Branislav Marelic, destacó que al organismo que lidera le interesa “el antes, el durante y el después” del proceso de desalojo, por lo que hará un seguimiento de las familias y velará por la situación de los pocos casos en que hubo retrasos o en que no se cumplían los requisitos para acceder al derecho al subsidio de arriendo.

“Las personas migrantes, como todas las que viven en Chile, tienen derecho a una vivienda digna, así como deben ser protegidas de los abusos de arrendadores inescrupulosos que aprovechan la vulnerabilidad de estas personas», aseguró Marelic.

“La municipalidad acogió muchas de las recomendaciones del INDH para un trato con dignidad de las personas y la búsqueda de un mecanismo para garantizar una habitación que les permita salir de un lugar hacinado y riesgoso”, agregó.

Publicidad

Tendencias