Este martes, el Congreso terminó de aprobar el proyecto de Nueva Educación Pública (desmunicipalización), que según el Gobierno respondía a las demandas históricas del movimiento estudiantil, pero que «en realidad no cambia el principal aspecto que llevó a la educación pública a su crisis, que es el sistema de financiamiento a la demanda de los colegios, y porque no termina con la precarización laboral de los profesores», según señalan desde Izquierda Autónoma.
Sin embargo, en la votación que se dio en la Cámara de Diputados, Giorgio Jackson (RD) se abstuvo y no rechazó la propuesta, lo que fue cuestionado por el coordinador del partido, Francisco Figueroa.
«No comparto esta nueva abstención de Giorgio en una discusión educacional. Con esta ambigüedad no marcamos pauta ni incidimos en el curso de las reformas. Lo planteo porque todos en el Frente Amplio ponemos la cara por las votaciones de nuestros congresistas», dijo Figueroa a través de su cuenta de Facebook.
El también candidato a diputado por el distrito 10, zona de Jackson, planteó que «corregir la reforma educacional y democratizarla pasa por tomar nítidamente partido a favor de las causas del profesorado. Si no somos su herramienta, el propio sentido del Frente Amplio se empieza a desvanecer. Asumamos con madurez estas diferencias y dispongámonos a resolverlas, que no podemos darnos el lujo de estar dando más explicaciones que ayuda a los profesores y sus demandas».
