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El peligroso historial de Isaac Givovich, el yerno que tiene en las cuerdas a Joaquín Lavín Denunció al alcalde de Las Condes ante el Servicio de Impuestos Internos

El peligroso historial de Isaac Givovich, el yerno que tiene en las cuerdas a Joaquín Lavín

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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La chapa de pariente del histórico UDI le ha servido para abrir puertas y armar reuniones. Pero ninguno de sus negocios en los últimos 10 años ha terminado bien. Aunque en ninguna causa ha sido formalizado, su nombre ha estado en denuncias por estafa y manejos poco claros, que lo dejan como alguien escasamente confiable al interior del gremialismo, partiendo por su familia política, con la cual las relaciones están cortadas.


El 29 de julio del año pasado, a las 23:55 horas, Isaac Givovich escribió desde su cuenta de Gmail al correo institucional del fiscal Luis Toledo, que en ese momento encabezaba la investigación del caso Caval:

“Estimado, señor fiscal. Espero que esté bien, le pido disculpas por escribir a esta hora. Acabo de enterarme por la madre de mi esposa que ayer en la noche fueron tipos armados a buscarme a las cuatro de la madrugada, a la casa donde viví hasta diciembre del año 2015. Amenazaron al guardia el primer día para que les dijera donde vivía. Fueron armados en una camioneta. Anoche volvieron a asistir en una camioneta y una moto, hablaron con un guardia y un empleado que estaba arreglando la casa y le ofrecieron dinero por decir donde vivía. Pues bien me parece muy extraña la situación y no tengo a nadie de quien sospechar, más que a personas vinculadas al caso CAVAL” (sic).

A las 8:54 horas del día siguiente, Givovich recibe una respuesta del fiscal:

“Estimado señor Givovich. Recién hoy en la mañana pude ver su correo, dado que lo que me cuenta puede constituir al menos un delito de amenazas, presuntamente por lo que usted señala, vinculadas al caso CAVAL, lo reenvío al fiscal Sergio Moya, quien ingresando la respectiva denuncia, adoptará las decisiones que correspondan. Le pido que por este medio indique la forma de ubicarlo: teléfono celular y otros datos que permitan en reserva adoptar las medidas de protección necesaria, tendientes a cautelar su integridad. Contando con esta información, la fiscalía de Rancagua se pondrá en contacto con usted. Lamento lo sucedido…”, es parte de la respuesta a la que tuvo acceso El Mostrador.

Más de un año después, Givovich se enfrentó a la intención del fiscal Emiliano Arias de formalizarlo a partir de una factura de su empresa GES Consultores que se entregó a Juan Díaz, operador de la UDI vinculado al caso. Sin embargo, la formalización no pudo concretarse, al no existir una querella por parte del Servicio de Impuestos Internos (SII).

Givovich ha declarado dos veces en el proceso. Según trascendió, en una de ellas afirmó que tenía “fundado temor por mÍ y mi familia respecto a eventuales represalias que pueden ser tomadas especialmente por Juan Díaz o por Herman Chadwick…”.

Quienes desde hace años conocen el desempeño de Givovich en los negocios, afirman que hasta 2013 su relación con DÍaz era muy cercana, al punto que el antiguo militante UDI lo consideraba su “hermano”. En ese contexto le habría pedido una factura para incluirla entre los acreedores que tenía la quiebra de la familia Weisner, que estaba a cargo de Herman Chadwick. “El síndico la aprobaría y, de esa manera, Díaz e Isaac se sentarían a la mesa de acreedores y quedarían como socios de Caval, que había comprado los terrenos de Machalí y así estarían conectados con la familia presidencial para futuros negocios”, afirma una fuente que conoce a Díaz.

Pero la factura finalmente fue anulada, después de ser emitida. De ahí el temor de Givovich por eventuales “represalias”.

El joven del puerto

Isaac Givovich proviene de una familia de Valparaíso, tradicionalmente de derecha, y algunos militantes de la UDI lo identifican como parte del equipo de brigadistas que formaron “el brazo armado” de dicho partido en el puerto. “Isaac y especialmente su hermano, eran de los que transportaban brigadistas y los cubrían cuando se peleaban por las palomas con gente de otros partidos”, cuentan. Así, en medio del trabajo de las campañas de Lavín, habría conocido –según estas fuentes– a Joaquín Lavín hijo y a su hermana Asunción, con quien pololeó desde 2005.

[cita tipo=»destaque»]En Huechuraba su primer negocio consiste en vender computadores, netbooks, a los colegios municipales, que incluían al municipio del cual era funcionario. Pero además abre un segundo negocio, a partir de las redes informáticas que necesitan los colegios para usar los computadores. En Huechuraba, Givovich llega a un acuerdo, a cambio de un porcentaje, con Telmex. Pero Carolina Plaza quiso adjudicar la licitación a GTD Manquehue. La disputa se hace pública. Givovich ocupa, entre otras, la portada de un suplemento dominical acusando de corrupción a la alcaldesa y por primera vez cobra notoriedad pública. Sin embargo, meses después es obligado a pedir disculpas y debe peregrinar por Chile tratando de vender los computadores en distintas municipalidades. Pero no le va bien. Su nombre está quemado. Piensa en otro negocio: vender luminarias Led para alumbrado público a las municipalidades. “Asunción y Joaquín hijo empiezan a llamar para armar reuniones, pero finalmente va él a concretar los tratos”, describe el funcionario de un municipio que trató con Givovich.[/cita]

Desde el entorno de Givovich niegan esta versión y afirman que la tercera hija del clan Lavín y Givovich –hijo de una familia de comerciantes– se conocieron cuando Isaac fue a dar una charla a Concepción como integrante de la Fundación Jaime Guzmán, a la universidad donde estudiaba Asunción Lavín. Según los cercanos a Givovich, era entonces estudiante de Bibliotecología en la Universidad de Playa Ancha. Ella “se había ido de su casa distanciada de su padre”, cuentan. Una persona que conoció a la pareja en los tiempos en que comenzaba el noviazgo, describe a la hija de Lavín como “una persona muy vulnerable en todo sentido, enferma de diabetes, sin mayor experiencia social. Isaac fue su primer pololo. Nunca contó con el apoyo de los papás de Asunción, porque sabían cómo era, de dónde venía y para quién trabajaba”, asegura.

De cualquier forma, a partir de 2007, cuando se casan en la Iglesia de las Hermanas de la Providencia y luego con una fiesta en el Castillo Hidalgo, Givovich usa su parentesco con Lavín para abrir puertas y generar negocios. En 2005 trabajó en la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de Las Condes, sin alcanzar mayor notoriedad. En 2008 lo ponen como jefe de informática en la Municipalidad de Huechuraba, que apenas tenía computadores. En este período intenta su primer negocio. Forma su empresa GES Consultores, en la que es socia su mujer, y “empleado” –según consignan cercanos a Givovich– Joaquín Lavín León, su cuñado.

Pasos en falso

En Huechuraba su primer negocio consiste en vender computadores, netbooks, a los colegios municipales, que incluían al municipio del cual era funcionario. Pero además abre un segundo negocio, a partir de las redes informáticas que necesitan los colegios para usar los computadores. En Huechuraba, Givovich llega a un acuerdo, a cambio de un porcentaje, con Telmex. Pero Carolina Plaza quiso adjudicar la licitación a GTD Manquehue. La disputa se hace pública. Givovich ocupa, entre otras, la portada de un suplemento dominical acusando de corrupción a la alcaldesa y por primera vez cobra notoriedad pública. Sin embargo, meses después es obligado a pedir disculpas y debe peregrinar por Chile tratando de vender los computadores en distintas municipalidades. Pero no le va bien. Su nombre está quemado. Piensa en otro negocio: vender luminarias Led para alumbrado público a las municipalidades. “Asunción y Joaquín hijo empiezan a llamar para armar reuniones, pero finalmente va él a concretar los tratos”, describe el funcionario de un municipio que trató con Givovich.

El negocio de las luminarias tampoco termina bien. Los socios de Info Technology, la empresa que se formó para este efecto, lo acusan de estafa. Pero desde el entorno de Givovich enfatizan que el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar, donde estaba radicada la causa, falló a su favor por 3 votos contra 0. Sin embargo, el negocio generó un arbitraje en la Cámara de Comercio y una causa que está vigente en el Segundo Juzgado Civil de Santiago.

Puentes cortados

La amistad con Joaquín Lavín hijo, también se acabó por líos de plata. Especialmente a partir de manejos poco claros, en los que Lavín León se sintió perjudicado durante su campaña como candidato a alcalde de Maipú, en 2012. Givovich, a través de su empresa, habría recibido donaciones para Lavín hijo, pero no las habría entregado en su totalidad. “Con Joaquín hijo fueron muy amigos, vivieron juntos, pero hubo problemas con las platas de campaña y con el negocio de las luminarias. Por eso ahora no pueden estar juntos en el mismo lugar. Si Isaac va a la casa de su suegro, Joaquín hijo no va”, reconoce un cercano a los Lavín.

Un antiguo militante UDI explica su actual estatus: “Aunque Joaquín tiene claro quién es, muchos en la UDI todavía caen. Isaac siempre anda usando como chapa que es el yerno de Lavín. Con esa chapa ha logrado llegar a muchos políticos, como [Andrés] Chadwick, que no saben que no es bien recibido en la casa de Joaquín”, asegura.

Precisamente por esta sospecha de manejos poco claros es que, desde el entorno de Cristina Bitar –ex generalísima de la campaña de Joaquín Lavín al Senado en 2009– aclaran que la versión que da Givovich respecto de que su suegro le habría pedido boletas falsas, y por lo cual lo denunció al SII, es totalmente al revés. Bitar le habría pedido a Lorena Espinosa que buscara una manera de no usar a Givovich como intermediario para gestionar pagos o recibir aportes, porque no había confianza en sus gestiones. Este episodio junto con su vínculo en el caso Caval, lo tienen de vuelta en las noticias. “Isaac, cuando las cosas se tuercen en su contra, siempre va a decir que es una víctima, que lo persiguen y que está enfermo. Si sabía de estas irregularidades el 2009, ¿por qué no lo dijo en ese momento?”, se pregunta un ex colaborador que terminó su relación comercial con Givovich.

Precisamente, Givovich aseveró en la prensa que ha tenido leucemia y una enfermedad degenerativa en los huesos que lo ha obligado en algunos períodos a desplazarse con muletas o silla de ruedas. Igual, quienes lo conocen hace años, destacan su espectacular baja de peso, a partir de un baipás gástrico que se hizo en la Clínica Alemana.

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