Figuran, entre otros, Pablo Wagner y Ernesto Silva
La investigación, realizada por la empresa Feedback Comunicaciones S.A., durante el año 2014, revela quiénes fueron dañados en su imagen a raíz del caso de financiamiento irregular de la política.
Uno de los estudios, encargados por el Gobierno de Michelle Bachelet, que fueron publicados en la página web del Ministerio Secretaría General de Gobierno, dan cuentan de la percepción de la opinión pública sobre el caso Penta.
La investigación, realizada por la empresa Feedback Comunicaciones S.A., durante el año 2014, revela quiénes fueron dañados en su imagen a raíz del caso de financiamiento irregular de la política.
En primer lugar, aparece Ena Von Baer, señalando que «ya perdió definitivamente el capital reputacional que tenía en política, especialmente por su manejo comunicacional durante este tiempo».
Luego, Ernesto Silva, ya que según el estudio «ha a tenido un mal manejo de la situación, carece de credibilidad, debe renunciar a la conducción del partido y es muy probable que no pueda ni deba continuar en la primera línea de la política».
Por último, aparecen Pablo Wagner, dado que no logró establecer «claramente su identidad, pero mediante descripciones (ministro de minería Piñera que usaba boletas de la cuñada) se lo indica como el que está más seriamente afectado por el caso; y Pablo Zalaquett, quien está «a gravemente afecto en sus pretensiones de continuación en política por el caso PENTA , al que debe sumarse la imitación de Kramer».
Los resultados de los estudios señalan que «en general, los entrevistados tiene sensación de desigualdad ante la ley e impunidad, luego se esperan señales de castigo efectivo y también un cambio en la política que ponga fin a la falta de ética pública. Los políticos deben representar y proteger los intereses de la ciudadanía: en la situación actual, o bien están para servirse a sí mismos (mediante dietas
excesivas, privilegios y ‘pitutos’ para sus familias) o bien están cooptados por los poderes económicos».
La metodología del estudio contempló hombres y mujeres de los estratos C1-C2, C3 y D.
