PAÍS
Para salir al paso de las críticas a su nombramiento en el cargo de vicepresidente de Corfo Sichel sostuvo que «los conflictos de interés no se dan en abstracto, sino en concreto». Además se refirió a su relación con Rafael Guilisasti, quien está a la cabeza de las sociedades Cascadas de SQM, y reconoció que “la verdad es que lo conozco, militamos en el mismo partido político».
A solo un par de días de ser nombrado como vicepresidente de Corfo, Sebastián Sichel, se ve obligado a salir públicamente a aclarar los flancos de conflicto de interés que tiene entre su nuevo cargo y los trabajos anteriores. Por eso aseguró que “si hay conflictos de interés, no tendré duda en abstenerme”.
Las primeras acusaciones surgen a raíz de su estrecha relación con Rafael Guilisasti, quien está a la cabeza de las sociedades Cascadas con las que Julio Ponce se ha convertido en el segundo mayor accionista de SQM.
A esto, también se suma el acuerdo al que Corfo llegó con la empresa Albemarle, una de las explotadoras mundiales de litio -competidora de SQM-, para la que su empresa Paréntesis trabajó durante el 2017.
Según detalla La Tercera, Sichel explicó que su trabajo para Albemarle consistió en un estudio sobre las percepción y evaluación de la marcsa, que duró seis meses. “Los conflictos de interés no se dan en abstracto, sino en concreto, y si de la ocasión y hay algún conflicto de ese tipo, no tendré ninguna duda en abstenerme”, agregó.
Al ser consultado sobre su relación con Guilisasti, Sichel dijo que “la verdad es que lo conozco, militamos en el mismo partido político. Tengo con él una relación por Ciudadanos”.
