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Del 1 a 3 de junio, el líder del Vaticano se reunirá con un segundo grupo de víctimas de Fernando Karadima. Entre ellos se encuentran cinco sacerdotes que sufrieron distintos tipos de abuso, dos sacerdotes que han asistido a las víctimas y dos laicos.
Del 1 a 3 de junio, el Papa Francisco se reunirá con un segundo grupo de víctimas de Fernando Karadima. Se trata de cinco sacerdotes que sufrieron abusos sexuales, de poder y de conciencia.
Junto a ellos, también habrá dos sacerdotes que han asistido a las víctimas y dos laicos. Todos serán huéspedes del Santo Padre en su residencia de Santa Marta, de acuerdo a un comunicado de la Santa Sede.
«La gran mayoría de estas personas ha participado en los encuentros mantenidos en Chile durante la misión especial de S.E. Mons. Charles Scicluna y de Mons. Jordi Bertomeu, que tuvo lugar el pasado mes de febrero. Los demás han colaborado en las semanas posteriores a la visita», señala el texto.
Con este encuentro, programado hace un mes, Francisco quiere mostrar «su cercanía a los sacerdotes abusados, acompañarles en su dolor y escuchar su valioso parecer para mejorar las actuales medidas preventivas y de lucha contra los abusos en la Iglesia».
«Estos sacerdotes y laicos representan a todas las víctimas de los abusos del clero en Chile pero no se descarta repetir iniciativas similares en el futuro».
El documento también dice que se harán diferentes reuniones a lo largo de ese fin de semana, las cuales se desarrollarán en ambiente de «confianza y confidencialidad».
«El Santo Padre sigue pidiendo a los fieles de Chile –y especialmente a los fieles de las parroquias donde estos sacerdotes desempeñan su ministerio pastoral- que les acompañen con la oración y la solidaridad durante estos días», finaliza el comunicado.
Durante la tarde de este martes, el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva, junto al vocero Fernando Ramos y el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, entregaron nuevamente una conferencia de prensa en la que detallaron cómo fueron las reuniones con el Papa Francisco en el Vaticano.
«Luego de cuatro fructíferos encuentros con el Papa Francisco, si algo nos quedó claro de aquellas francas conversaciones es que la vida de obispos y sacerdotes no siempre corre por los cauces del evangelio. Nos apartamos de ellos por nuestros errores, y lo que es más grave, por la comisión de delitos como los abusos de menores», dijo Silva.
Asimismo, nuevamente pidió perdón. «Una vez más pedimos perdón, rogando con insistencia que los delitos se denuncien ante la justicia. La Iglesia no es lugar para delinquir».
Ante la pregunta de un periodista Silva reiteró que «el problema es gravísimo (…) queremos estar a la altura del problema».
En esa línea, Juan Ignacio González, aclaró que los renunciados siguen en pleno ejercicio de sus funciones a la espera de la resolución del Vaticano.
