PAÍS
Parlamentarios, ex dirigentes y ex diputados, familiares y militantes anónimos acompañaron el féretro del emblemático ex diputado DC desde el Congreso Nacional, pasando frente a la sede de su partido, hasta la Iglesia San Ignacio. Junto a la familia Frei -en un claro mensaje al Gobierno que ha optado por la contextualización de las violaciones a los DDHH- el llamado de la dirigencia falangista fue a perseverar en su legado.
Han sobrado las palabras estos días para rendirle honores, aunque difícilmente todas alcancen para hacerle justicia a lo que realmente representó Andrés Aylwin para el país como abogado de Derechos Humanos, como político. Su funeral de este medio día fue como él, simple, sobrio, honesto: un centenar de personas caminó tras su féretro por las calles del centro de Santiago, salieron de la sede del Congreso, pasaron frente a La Moneda rumbo a la Iglesia San Ignacio entre aplausos, consignas y banderas azules con la flecha roja detrás de la escolta motorizada, junto a sus familiares y militantes anónimos, mientras aparecían de tanto en tanto rostros de parlamentarios, ex dirigentes y ex diputados.
Así fue la despedida del emblemático abogado de DD.HH, el que defendió a perseguidos, torturados y peleó por muchos detenidos desaparecidos, el que fue parte de la Vicaría de la Solidaridad y del Comité Pro Paz y que fue uno de los 13 de la falange que salieron inmediatamente después del golpe militar a condenarlo públicamente en una carta histórica. El que fue diputado de la DC, se autodefinió como el “hermano combativo” del ex Presidente Patricio Aylwin, que afirmo hace unos años que no le tenía miedo a la muerte, el mismo que estuvo casado 68 años con Mónica Chiorrini, que partió unos meses antes que él, en febrero.
Caminaron tras su féretro por las calles del centro el timonel de la DC, Fuad Chaín, los ex diputados Andrés Palma, Mario Acuña, Exequiel Silva y Juan Carlos Latorre, la senadora DC, Carolina Goic, el ex intendente Claudio Orrego, el senador PPD Ricardo Lagos Weber y Viviana Díaz, de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, entre otros.
“Andrés, amigo, la CUT está contigo”, le gritaron mientras la romería pasó entre un pasillo de banderas rojas de la Central Unitaria de Trabajadores. Unos metros más allá, se detuvo ante el frontis de la DC, momento en que se volvió a escuchar la voz del ex diputado falangista, a través de un video en pantalla gigante con un extracto de uno de sus últimos discursos, ese del año 2015 cuando la Cámara de Diputados le hizo un homenaje, ese mismo en el que señaló que «todos los que se levantan contra la dictadura no son anti patriotas, sino que son personas que defienden la patria profunda, la que quiere a sus hijos, la que no es odio ni muerte, sino que es vida”.
Muchos rostros emocionados, aplausos, mientras se repartían claveles blancos y se escuchaba la interpretación de “El Sueño Imposible”, aquella pieza del musical de El Quijote de la Mancha, que no fue casual, porque muchos han dicho estos días que Andrés Aylwin fue un quijote.
Luego, el momento de los discursos políticos. Chaín se paró frente al podio rodeado de la familia Frei, desde Carmen hasta algunos de sus nietos, en una clara señal política al Gobierno de Sebastián Piñera para insistir en la salida del subsecretario de redes asistenciales, Luis Castillo, involucrado en el magnicidio del ex Presidente Eduardo Frei Montalva al ocultar la autopsia.
“Fue un hombre sencillo, un político íntegro, un DC ejemplar, ha partido un justo entre los justos (…) Don Andrés fue un gran regalo de paz para esta tierra, fue un luchador como el Quijote porque luchó cuando parecía imposible, fue de los primeros cuando nadie podía defenderlo a él”, recalcó el timonel de la Falange, quien después destacó que por eso desde su fallecimiento el lunes en la mañana el ex diputado “ha recibido el homenaje de los humildes, de los perseguidos, de las víctimas del poder; fue una luz de esperanza terca, un defensor a pecho descubierto en quien muchos escucharon la voz de la justicia y el derecho”.
Chaín concluyó afirmando que el mejor homenaje que se le puede hacer a Andrés Aylwin es “tomar la posta” y seguir su ejemplo de “nunca aceptar el silencio cómplice como verdad”.
Al cortejo de Andrés Aylwin lo esperaba una Iglesia San Ignacio repleta de personas, quienes aplaudieron mientras ingresaba su féretro, donde se realizó una misa. Uno de los que la encabezó fue el sacerdote Mariano Puga, el mismo que el viernes le dio la extremaunción. En las primeras filas estaban Andrés Zaldívar, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ximena Rincón y la familia Aylwin en pleno.
Antes de la romería, el velorio de Aylwin se realizó en el salón de honor de la sede del Congreso en Santiago. Ayer desfilaron desde el Presidente Sebastián Piñera, hasta dirigentes y parlamentarios de toda la centro izquierda para rendirle honores.
Hoy, pasadas las 11 de la mañana llegó la ex Presidenta Michelle Bachelet, quien de negro riguroso no sólo hizo guardia de honor al lado del féretro de Andrés Aylwin, sino que recogió el sentir colectivo en ese lugar al afirmar que “estamos tristes por su partida. Un hombre honesto, un hombre bueno, un hombre sencillo, pero dentro de su grandeza. Un hombre valiente, que supo luchar por los DD.HH, que supo estar ahí con los familiares que lo necesitaron como abogado, pero también como amigo, acogiéndolos y acompañándolos».
Bachelet prosiguió y dijo el ex diputado fue un hombre que recuerda al país que “la memoria nunca debe olvidarse, porque don Andrés nunca lo habría permitido y que tampoco la memoria debe tergiversarse, porque las cosas que han pasado en Chile, pasaron».
El senador Lagos Weber añadió que caminó en la romería para despedir a Andrés Aylwin, porque era una persona “tranquila, muy fiel a sus convicciones”, que siempre “nos recordó lo que está pendiente, como los mil 200 detenidos desaparecidos que aún hay”.
