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Santelices le baja el perfil a la nube tóxica en Quintero-Puchuncaví y dice que intoxicación masiva podría ser causada por «olores ofensivos» PAÍS

Santelices le baja el perfil a la nube tóxica en Quintero-Puchuncaví y dice que intoxicación masiva podría ser causada por «olores ofensivos»

Los últimos estudios que han buscado esclarecer la contaminación e intoxicación de los vecinos de la zona, entre los que se encuentran los informes de emisiones que registró Medio Ambiente, hicieron que el ministro de Salud teorizara sobre la real causa de los problemas de salud de los afectados. “El solo hecho de que tú tengas un mal olor, fuerte, puede producir náuseas y vómitos», indicó para argumentar su tesis.


El ministro de Salud, Emilio Santelices, sigue con especial detalle todo lo que ocurre con la intoxicación masiva en Quintero y Puchuncaví, buscando esclarecer lo que causó la enfermedad. Y, tras los primeros estudios que se han publicado sobre la situación de la zona, el titular de la cartera ha comenzado a bajarle el perfil.

Uno de esos estudios hizo que Santelices explicara su teoría: en los informes de emisiones que registró Medio Ambiente, inmediatamente después del episodio de contaminación, determinó que “los niveles que encontraron de gases estaban bajo los niveles de riesgo, (bajo) la norma internacional”.

Por tanto, para Santelices, la intoxicación masiva se debe a otra razón: “Existe lo que se llama olores ofensivos, y que podría ser el caso, en que se emana un gas, los niveles tóxicos que pueden producir daños a la salud no se alcanzan, por lo tanto, no se produce ese daño, pero sí al tener lo que se llama un olor ofensivo, este produce efectos organolépticos”, señaló en entrevista con radio ADN.

“El solo hecho de que tú tengas un mal olor, fuerte, puede producir náuseas y vómitos; molestias que son objetivas y son, si se quiere, un indicador de alarma, pero no implica una intoxicación. Y posiblemente, uno podría pensar que aquí fue ello lo que ocurrió”, argumentó.

Sin embargo, Santelices no pone en duda los testimonios de los afectados: “podríamos estar en presencia de pacientes que, efectivamente, estuvieron expuestos a gases tóxicos, pero los niveles que se obtuvieron al momento de hacer la medición no arrojaban niveles tóxicos. Ahora, uno se pregunta ¿por qué tenían sintomatología? Porque tuvieron efectos organolépticos, que producen estos gases”.

El titular de Salud no sólo le bajó el perfil a la intoxicación, sino que relativizó los resultados del informe de la Seremi de Salud de Valparaíso, que revela que entre 2010 y 2015 los promedios anuales de concentración de arsénico en Puchuncaví y Quintero superaron hasta 23 veces la norma europea: “Cuando se determinan niveles altos en el aire habitualmente tiene que ver con niveles muy fugaces de alguna fuente emisora. Afortunadamente, también cuando ello ocurre, las partículas por las cuales esto se puede inhalar, finalmente terminan en las vías aéreas respiratorias superiores».

«El arsénico produce daños a las personas cuando está asociado a alimentos o al agua. Y es allí donde uno debe mantener los monitores. No lo estoy minimizando ni mucho menos. Pero el daño del arsénico definitivo, que produce (daño) cardiovascular de forma aguda o en exposición crónica, va a estar asociado particularmente al consumo de agua cargada con arsénico. Y lo que muestra ese estudio es el aire”, sentenció.

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