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Cabe destacar que la investigación se le asignó al fiscal de San Felipe, Alejandro Bustos, para luego, el 6 de septiembre, ser remitido el caso al fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias, facultado para indagar casos contra sacerdotes que no necesariamente sean de su región.
En el marco de las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público, son siete los obispos indagados por delitos referidos a abuso sexual en la Iglesia Católica. Entre ellos se encuentra el obispo de San Felipe, Cristián Enrique Contreras Molina.
En tanto, la causa en su contra, según consignó La Tercera, está caratulada por “delitos contra el orden de las familias, la moralidad pública y contra la integridad sexual”, la que se abrió el 28 de junio después de que L.A.C.C. presentara una denuncia.
Cabe destacar que la investigación se le asignó al fiscal de San Felipe, Alejandro Bustos, para luego, el 6 de septiembre, ser remitido el caso al fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias, facultado para indagar casos contra sacerdotes que no necesariamente sean de su región.
El denunciante aseguró que Contreras se presentó hace unos 10 años en su casa, propiedad que arrienda al obispado. El religioso lo habría llevado hasta su residencia, donde habrían ocurrido los hechos, que según su interpretación corresponderían a actos de connotación sexual. Esto se repitió por un mes y tras estos episodios no tuvo más contactó con el sacerdote.
Desde la diócesis de San Felipe dijeron “que no ha recibido ninguna noticia sobre una supuesta denuncia en su contra”.
Por otro lado, al caso de Contreras se suma el obispo de Aysén, Luis Infanti, quien fue denunciado ante el Juzgado de Garantía de Coyhaique el 4 de julio por C.V.V., por presunto encubrimiento de abusos sexuales. Tal y como ocurrió con San Felipe, pese a que en primera instancia sería el fiscal Luis Contreras, actualmente la causa “está en proceso de traspaso al fiscal (Emiliano) Arias”.
La denunciante aseguró que Infanti habría ocultado premeditadamente información sobre los abusos de los que fueron víctimas sus hijos cuando eran menores de edad y eran estudiantes del internado San Luis de Puerto Cisnes, de la Obra Don Guanella. Los hechos ocurrieron durante los años ’60, y ya habían sido denunciados en medios de comunicación.
Desde el Vicariato Apostólico de Aysén indicaron que la investigación contra Infanti “existe y hemos colaborado con la fiscalía”
