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Crédito: Agencia UNO
En su carta de renuncia dirigida al subsecretario Raúl Figueroa, Carlos Álvarez Viera acusa “falta de claridad de las políticas a implementar por la DEG durante la actual administración” y “el maltrato laboral que se ha instalado en la DEG, a partir del sectarismo y la desconfianza”.
En otra señal más del ruido interno que hay en el ministerio de Educación, esta jornada se conoció la renuncia de Carlos Álvarez Viera, un profesional clave de la División de Educación General (DEG). Se trata de una de las reparticiones más importantes del ministerio, y que últimamente ha estado en el ojo del huracán con el nombramiento como director de Raimundo Larraín Hurtado, hijo del expresidente de Renovación Nacional Carlos Larraín.
Álvarez Viera fue coordinador de Educación Básica en la DEG y en la última etapa del gobierno anterior se desempeñó como jefe de gabinete del entonces director de la unidad, Juan Eduardo García Huidobro. También es dirigente de Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación (Andime), del nivel central del Mineduc.
En su carta de renuncia dirigida a Raúl Figueroa, subsecretario de la cartera, Álvarez Viera acusa “falta de claridad de las políticas a implementar por la DEG durante la actual administración” y “el maltrato laboral que se ha instalado en la DEG, a partir del sectarismo y la desconfianza”.
Álvarez Viera es catalogado al interior del Mineduc como un cuadro técnico clave de la DEG, considerando sus 27 años de trayectoria en el ministerio de Educación.
La DEG ha estado en el centro de la controversia, dado que se encuentra en pleno proceso de reestructuración, lo que ha provocado cuestionamientos al interior de la cartera.
A esto se suma el reciente nombramiento de Raimundo Larraín Hurtado, en reemplazo de José Palma, una designación que provocó fuerte ruido político no solo por ser hijo del ex timonel RN sino también por la señal de cómo la ministra Cubillos ha ido instalando en la cartera a la nueva camada de cuadros de la derecha.
En su carta de despedida, Álvarez Viera también acusa ser víctima de maltrato laboral, dada “la no valoración de mi profesionalismo, competencias laborales y conocimiento del sistema público, basado únicamente en la “falta de confianza política”, argumento no válido ya que mi experiencia y aporte en los 27 años que he participado en el Mineduc ha sido estrictamente en el ámbito técnico y de gestión”.
En esta línea, señala que las actuales autoridades han operado con “falta de visión técnica al despedir durante 2018 a los profesionales de la DEG que técnicamente podrían haber aportado significativamente al desarrollo e implementación de las políticas definidas por esta administración”.
Asegura además “desconocimiento de las autoridades de la División de Educación General de las necesidades del sistema escolar y del desarrollo e implementación de políticas públicas”.
En cuanto al proceso de reorganización interno, pone el foco en la “nula participación de los funcionarios en procesos claves para la DEG como es su rediseño, funcionamiento, elaboración de presupuesto y responsabilidades asociadas”.
Vea la carta de renuncia acá:
