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Crédito: Agencia UNO
“La Iglesia se opuso a la educación sexual dentro de la estructura escolar y en parte es responsable de lo que ocurre hoy con el VIH», dijo el presidente ejecutivo de América Solidaria y exdirector social del Hogar de Cristo, recordando por ejemplo el rechazo del clero a las Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad (Jocas) impulsadas desde el Gobierno en los ’90. Además, calificó de “irrisorio y vergonzoso” el nivel de la educación sexual que se entrega en todos los colegios católicos de Chile.
El presidente ejecutivo de América Solidaria y ex director social del Hogar de Cristo, Benito Baranda, puso el foco en la responsabilidad de la Iglesia católica en el aumento del VIH, debido a la histórica oposición de la institución eclesiástica contra la educación sexual en Chile.
«La Iglesia católica sigue con esta carga pecaminosa de la sexualidad, todo el entorno de la sexualidad. La Iglesia se opuso a la educación sexual dentro de la estructura escolar y en parte la Iglesia es responsable de lo que ocurre hoy con el VIH», dijo Baranda en entrevista con Radio Universo.
De acuerdo a las cifras del Instituto de Salud Pública (ISP), el año pasado se registró una cifra récord de nuevos casos de personas con el virus, un alza que fue explicada por el ministro de Salud, Emilio Santelices, por la llegada de extranjeros y el uso de la píldora del día después.
Las explicaciones de Santelices fueron rechazadas por la oposición y especialistas, como los del Comité Consultivo de SIDA de la Sociedad Chilena de Infectología -en una carta firmada incluso por la hija medica del Presidente Sebastián Piñera- que aclararon que la mayoría de los nuevos casos corresponden a personas de nacionalidad chilena y situaron el origen de la crisis “en una falta de educación sexual desde la infancia”.
Baranda apuntó justamente a esta falta de educación sexual, para relevar la responsabilidad que tiene en esto la Iglesia, recordando por ejemplo lo que fueron las Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad (Jocas) impulsadas desde el Gobierno en los ’90.
«Cuando aparecieron las Jocas (…) encontré insólito que la Iglesia se opusiera a que los jóvenes empezaran a dialogar dentro de la estructura escolar su vida sexual. Y el argumento de uno de los obispos fue que era algo reservado a la familia, y le pregunté al obispo ‘qué familia hace educación sexual’. Esas personas se están educando a través de internet y no tenemos control de internet», dijo.
Baranda además pidió “hagan ustedes una revisión de todos los colegios católicos de Chile y pueden ver qué calidad de educación sexual tienen. Es irrisorio, es vergonzoso, yo que soy psicólogo digo que es impresionante que no se hablen los temas con la profundidad y crudeza que tiene que hablarse, particularmente en la adolescencia».
