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Crédito: Agencia UNO
El revuelo provocado por su abierta defensa al ex senador imputado por corrupción hizo dar marcha atrás al ministro Hernán Larraín, quien esta tarde emitió un comunicado informando que “he pedido a la defensa de Jaime Orpis no participar como testigo en este caso, solicitud que ha sido concedida”. Su explicación no calza con lo señalado días atrás, cuando decía que no quería declarar, sino que estaba “obligado” a hacerlo porque recibió la citación de un juez.
En medio de la polémica provocada por su pública defensa a un imputado en un proceso de corrupción, el ministro de Justicia Hernán Larraín finalmente reculó y anunció esta tarde que pidió no declarar en el juicio oral del caso Corpesca, donde su amigo, el ex senador Jaime Orpis, enfrenta cargos por fraude al fisco, cohecho y delitos tributarios.
El ministro emitió una declaración pública de 3 puntos buscando de este modo poner punto final a una polémica que lo ha puesto en tela de juicio, luego de señalar que “con gusto” declararía a favor de Orpis porque tiene «plena confianza en su conducta”.
Sus dichos causaron revuelo, dado el conflicto de interés que se configura en este caso, lo que le valió reproches incluso desde las filas de Chile Vamos, que hicieron ver lo inconveniente que un secretario de Justicia abogara por un acusado en un caso de corrupción política.
Si bien en La Moneda insistieron en público que la declaración de Larraín hacia Orpis se trataba solo de un gesto personal, de amistad, lo cierto es que el asunto escaló hasta el nivel de hacer que el ministro diera su brazo a torcer.
Por eso en su declaración de esta tarde, el titular de Justicia finalmente comunicó que pidió a la “defensa de Jaime Orpis no participar como testigo en este caso, solicitud que ha sido concedida”.
Sin embargo, esta petición a la defensa de Orpis a la que alude Larraín, choca con la versión que entregó el miércoles al canal 24 Horas, cuando aseguró que él no pidió declarar, sino que estaba impelido a hacerlo. “Me llegó una citación de un juez, y estoy obligado a hacerlo, no es que yo quiera hacerlo”, dijo al canal.
En su declaración de hoy, el ministro también aludió al debate provocado, señalando que sus dichos “han sido interpretados en un sentido totalmente ajeno al espíritu con que fueron formulados”.
En tal sentido, precisa que su solicitud para no declarar apunta a «evitar toda duda respecto del tenor e intención de mis declaraciones”. Junto con “lamentar muy sinceramente la situación producida por mis palabras”, finaliza expresando que “espero que esta decisión que he adoptado sea entendida como una contribución al cuidado de las instituciones y a despejar en la opinión pública las inquietudes que nunca fue mi intención provocar”.
