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En el escrito solicitado por el TC, Rutherford explicó que se requirió a la institución castrense la información sobre los viajes de los últimos cuatro excomandantes en jefe de del Ejército, incluyendo el período de Oviedo, para saber qué supuestamente hacían los comandantes en jefe cuando se iban al extranjero con dinero fiscal. Sin embargo, la institución puso múltiples trabas y pese a la insistencia, finalmente el Ejército no le entregó los programas de viajes entre 2006 y 2009.
En medio del proceso abierto ante el Tribunal Constitucional por la defensa del comandante en jefe del Ejército, general (r) Humberto Oviedo para paralizar la investigación en su contra de la ministra en visita extraordinaria de la Corte Marcial, Romy Rutherford, un documento preparado por la magistrada develó la total falta de colaboración que el Ejército ha prestado en este caso.
Según informa La Tercera, el documento fue requerido por el TC a la magistrada para aclarar en qué diligencias había avanzado, tras la queja de la defensa de Oviedo que argumentaba que toda la investigación se había suspendido en enero y no solo la arista “empresas de turismo”, tesis que fue finalmente acogida por la Primera Sala del tribunal y que dejó paralizada la causa contra el exjefe uniformado.
En el escrito, Rutherford explicó al TC que se requirió a la institución castrense la información sobre los viajes de los últimos cuatro excomandantes en jefe de del Ejército, incluyendo el período de Oviedo. Sin embargo, finalmente el Ejército no le entregó los programas de viajes entre 2006 y 2009 para saber qué supuestamente hacían los comandantes en jefe cuando se iban al extranjero con dinero fiscal.
Rutherford señala que “el 13 de marzo dispuso se oficiara al Ejército a fin que se remitiera, dentro del término de 15 días, todos los programas de oficiales de los viajes realizados por los comandantes en jefe desde el 2006 a la fecha”.
“Ante tal requerimiento, el general de división, jefe del Estado Mayor Schafik Nazal Lázaro, respondió dos meses y medio después, el 29 de mayo pasado, señalando que aún no contaba con los antecedentes, por lo que solicitaba una prórroga. Esta instructora el día 30 del mismo mes reiteró la solicitud otorgándole un plazo perentorio de 10 días adicionales, haciéndole presente que carecer de la documentación relativa a las comisiones de servicio no era óbice para remitir los programas”, señala.
La respuesta del 6 de junio del general Nazal cumplió “parcialmente con lo requerido, remitiendo los programas correspondientes a los años 2010 a 2019. En cuanto a la restante documentación solicitada por este tribunal y no remitida, adujo que se carecía de ella según un certificado de búsqueda firmado por el general de brigada, director de operaciones del Ejército, Cristóbal de la Cerda Rodríguez, señalando que no había encontrado los antecedentes relativos a los programas entre 2006 y 2009”, añade el documento.
Rutherford agrega que el 7 de junio le pidió al general Nazal que “indicara derechamente si los documentos faltantes se encontraban o no en su poder, si estos se extraviaron, perdido, destruido o nunca habían existido, debiendo indicar en su caso si se había incoado una investigación sumaria o sumario administrativo por tal motivo y, de ser así, el estado en que encontraría, y para el evento que se hubieran destruido y/o incinerado procedieran a remitir el respectivo certificado indicando el motivo y fecha que daría cuenta de ello”.
Sin embargo, Nazal le contestó que el 24 de junio que “habiendo agotado las instancias de búsqueda fue posible encontrar únicamente los antecedentes relativos a las comisiones de servicio del periodo 2006 a 2009, sin que conste extravío, ni destrucción, ni sumario, ni investigación alguna en relación con la ausencia de los programas solicitados”.
