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Sin embargo, se destacaron como positivos algunos puntos de la propuesta, especialmente aquel que propone dejar en sus manos la posibilidad de prorrogar las funciones en el cargo por un año adicional.
El Pleno de la Corte Suprema tuvo una dura respuesta hacia la moción parlamentaria que fue levantada desde la Cámara de Diputados, que busca ampliar el período de trabajo de los ministros de Apelaciones en la Corte Marcial.
El máximo tribunal sostuvo en un escrito de 10 páginas que se trataba de un «ajuste improvisado que no se hace cargo del problema de fondo» a la iniciativa que presentaron algunos parlamentarios, en vista del desempeño y los obstáculos que ha enfrentado la ministra en visita Romy Rutherford en el caso de irregularidades en el Ejército.
El oficio de la Suprema plantea que «el plazo actual de tres años, dada la estructura institucional vigente, parece un adecuado equilibrio entre estabilidad de los criterios jurisprudenciales y la distribución equilibrada de la carga de trabajo». «Al menos desde el punto de vista orgánico, un periodo de integración de cinco años no parece más razonable ni lógico que el existente de tres años».
El documento agrega: «La extensión del periodo mira sólo a un caso particular, pero está lejos de resolver la situación planteada (rotación de ministros, en causas complejas y de relevancia pública). Nada obsta a que un nuevo caso motive la designación de un ministro en visita, a la mitad de su periodo de integración de la Corte Marcial, repitiéndose el problema que se pretendía subsanar. Así las cosas, el proyecto es sólo un ajuste improvisado, que no se hace cargo del real problema de fondo».
Sin embargo, se destacaron como positivos algunos puntos de la propuesta, especialmente aquel que propone dejar en sus manos la posibilidad de prorrogar las funciones en el cargo por un año adicional.
«Parece un mecanismo más idóneo y consistente de abordar el problema puntual de la rotación de ministros en visita, en causas de alta complejidad, duración e impacto público. En efecto, la regla de prórroga permite el examen caso a caso (…), no implica una alteración permanente a la orgánica de la Corte Marcial, sino que se aplicará únicamente en determinadas coyunturas, que pueden darse o no. Dadas estas ventajas, parece una modificación razonable», sostiene el oficio.
