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El incómodo perfil de Patricia Muñoz, la Defensora de la Niñez que saca chispas en el mundo político PAÍS

El incómodo perfil de Patricia Muñoz, la Defensora de la Niñez que saca chispas en el mundo político

Felipe Saleh
Por : Felipe Saleh Periodista El Mostrador
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Empezó una carrera ascendente en la Fiscalía Nacional, donde se transformó en mujer de confianza de Sabas Chahuán y luego de Jorge Abbott. Ahora, en un puesto pequeño, con bajo presupuesto pero mucha atención de los medios, se ha convertido en una piedra en el zapato para el Gobierno y el espectro político, por sus duras y transversales críticas a la falta de acciones concretas respecto de la protección de la infancia.


Patricia Muñoz García fue elegida como la primera Defensora de la Niñez –un puesto diseñado durante el Gobierno de Michelle Bachelet– en forma unánime por 39 senadores y senadoras, en abril del año pasado. En total, hubo 10 postulantes, entre ellos, el abogado Nicolás Espejo Yaksic, abogado ligado a una familia DC, hermano del exdiputado y ministro Sergio Espejo. Entre las personas mejor aspectadas para el cargo estaba también la jueza Mónica Jeldres, quien en 2012 encabezó la comisión que estableció las gravísimas falencias en los hogares ligados al Sename. Pero no fue suficiente que ese informe quedara en la memoria de la opinión pública como el “informe Jeldres”. Muñoz, abogada de la Universidad Católica de Temuco, fue la escogida por los parlamentarios, en buena medida por no estar ligada a ningún partido y no tener “padrinos políticos”.

Disparos en Twitter

Pero en el Senado, donde todos los movimientos tienen cálculo político, no contaban con que Muñoz, muy activa en Twitter e incluso dueña de un blog personal, posee un estilo frontal, sin contemplaciones con el Gobierno de turno.

Hace una semana criticó con fuerza en los medios, la “tozudez” del Gobierno de Piñera de continuar con la nueva ley que introduce cambios al sistema de protección de menores y que siga prácticamente el mismo modelo de subvención de organismos colaboradores del Sename. «Uno no entiende si es tozudez o si se quiere simular que los cambios se hacen y es solo maquillaje y cambios de nombre que no tienen ningún impacto en los niños”, dijo en entrevista con Ciper. 

En «Mesa Central», de Canal 13, criticó asimismo la falta de acción para prevenir y detener la vulneración de derechos de los niños por parte de los ministerios de Salud y Educación, además de deslizar una crítica en el mismo sentido a la cartera de Justicia, de la que depende el Sename. Todo esto, a partir del duro informe elaborado por la PDI, conocido hace algunos días, sobre las condiciones en que operan las residencias dependientes del Sename. 

Muñoz asegura que “no tengo, ni he tenido nunca, militancia política, y si se trata de cercanía con algún sector, más bien diría que mi cercanía se relaciona con aquellas personas que han desarrollado un trabajo serio, dedicado y real por favorecer y proteger los derechos humanos de la infancia y la adolescencia”, afirma.

De cualquier forma, no se podría decir que la abogada es “piñerista”, porque desde antes que asumiera su cargo, y el actual Presidente su segundo mandato, Muñoz posteaba en Twitter su molestia por las bromas sexistas de Piñera o, ya en su puesto, ha usado la red social para mostrar que se opone con fuerza al control preventivo de identidad para niños desde los 14 años. Sobre una iniciativa parecida, se reunió con el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, consiguiendo que este dejara atrás su idea que incluía brigadas de padres vigilando el toque de queda para jóvenes.

Muñoz insiste en la crítica estructural al sistema de protección de menores que, en su opinión, mantiene sus falencias en la ley que promulgó este Gobierno. “Nosotros, en el Congreso Nacional, no apoyamos la ley de subvenciones tal y como se promulgó, no porque no nos interese la atención de los NNA que hoy están bajo tutela del Estado a través de sus organismos colaboradores, sino precisamente por lo contrario, porque mientras no se cambie estructuralmente el sistema, nos parece que lo que no se logra es que el Estado satisfaga sus derechos humanos como debe, al no brindarles ni espacios físicos ni de atención acordes a sus necesidades y derechos. Este no debiera ser un problema político, sino de Estado. Es imposible no reconocer el gran esfuerzo que hacen muchas y muchos personeros políticos y de otras instituciones por lograr que se cumpla esto, pero desafortunadamente lo hecho hasta ahora, como ha quedado de manifiesto, no ha sido suficiente y, por lo tanto, se debe seguir manteniendo ese esfuerzo, pero este debe ser acompañado por más medidas, más acciones, más recursos y más rapidez, para lograr el objetivo que no puede sino ser compartido por todas y todos: que los NNA sean protegidos, atendidos y cuidados de manera real”, afirma.

La joven ambiciosa

Patricia Muñoz (41) es abogada de la Universidad Católica de Temuco. Su historia laboral está marcada por su ingreso al Ministerio Público en 2003, como abogada asistente en la Fiscalía de Puerto Montt. Al año siguiente llega a Santiago como fiscal adjunta en la jurisdicción La Florida-Macul-Peñalolén. En este puesto se fogueó en la atención de víctimas de delitos violentos, especialmente niños, niñas y adolescentes.

Por eso, en 2013, fue asignada para coordinar la Unidad de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar de la Fiscalía local de Pudahuel. “Ambiciosa, muy camiseteada con la Fiscalía, primero con Sabas Chahuán, quien la ayudó mucho, y luego con Abbott, de quien se transformó en una de sus mujeres de confianza”, describe un abogado que la conoció en su paso por el Ministerio Público.

En 2015, estuvo entre los postulantes para encabezar la Fiscalía Oriente, puesto que finalmente obtuvo Manuel Guerra. Muñoz ya tenía cierta notoriedad: había sido destacada por El Mercurio entre los “líderes jóvenes”. Participó en la fundación de la organización «Hay Mujeres», en la Asociación de Mujeres Abogadas y fue presidenta de la Asociación de Fiscales. Fue importante el impulso que le dio Sabas Chahuán al promoverla en un cargo ejecutivo, cuando en octubre de 2013 fue nombrada directora de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar, actual Unidad de Derechos Humanos, Violencia de Género y Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional.

Desde allí, cuando ocurrió el cambio de Fiscal Nacional, Muñoz era reconocida como partidaria de que fuera elegido Abbott, con quien estrechó lazos desde que el actual Fiscal Nacional era Director Ejecutivo de la entidad y se transformó en una de sus mujeres de confianza, junto a las abogadas Francisca Werth y Marta Herrera. Muñoz fue ascendida a gerenta de la División de Atención a Víctimas del Ministerio Público, puesto en el que estaba antes de postular a su actual cargo, donde debe permanecer hasta 2022.

La crítica «patriarcal»

La Defensoría de la Niñez, es una oficina muy pequeña, con muy poco presupuesto y que de hecho se está implementando de a poco en regiones, pero tiene mucha voz, mucho alcance mediático en temas donde nadie podría estar en desacuerdo. Puede ser el trampolín perfecto para la ambición de ella, que es postular a Fiscal Nacional”, dice un excompañero de Muñoz en la Fiscalía.

Aunque eso está todavía por verse, lo cierto es que no importa el cargo que ostente, Muñoz mantiene su estilo frontal, “opinante” como ella misma ha definido, pero que, sin embargo, en los últimos días sus cercanos le han criticado, pidiéndole que tenga cuidado con “las formas de relacionarse con las autoridades”, afirman en su entorno.

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