No hay luna de miel: Carabinero condenado por tortura suspende matrimonio y asegura que «me están inculpando de algo que no fue»

La vida del carabinero Rodrigo Muñoz Cid dio un giro en 180° en pocas semanas. De pasar a protagonizar un video donde le pedía matrimonio a su pareja en pleno terminal San Borja, en Santiago -hecho que generó reacciones diversas- a ser condenado a ocho años de presidio, acusado por el delito de tortura contra un vendedor ambulante en Estación Central.

A la espera de su sentencia definitiva, que podría dictarse dentro de las próximas semanas, Muñoz Cid se encuentra encerrado en su casa cumpliendo la medida cautelar de arresto domiciliario. Desde su casa, rompió el silencio y desestimó los testimonios que lo inculpan.

«Ellos me culpan de haber agredido a uno de ellos con golpes de puños, patadas y con el bastón de servicio, pero el certificado de lesiones dice erosiones y rasguños en el cuello, entonces nada calza, nada», dijo el uniformado en conversación con Canal 24 Horas.

«Yo creo que se me está acusando de tortura porque esto fue planeado por ellos mismos, porque quieren obtener que el actuar de Carabineros cambie», agregó, enfatizando que se encuentra «anímica y sicológicamente mal».

«Me están inculpando de algo que no fue», insistió.

«Todo lo que queremos hacer es para demostrar al magistrado que soy inocente. Todos los hechos que declaran la víctima son falsos», profundizó.

Sobre su matrimonio, Muñoz reconoció además que «lamentablemente lo vamos a tener que suspender», ya que deberá incurrir en muchos gastos para costear su defensa frente los tribunales.

Por último, defendió la labor de del exsuboficial de Carabineros Francisco Arzola, a quien condenaron a 22 años de cárcel por tormentos y torturas reiteradas y falsificaciones de instrumento público. «Su forma de ser era profesional. Era 100% profesional y en los inicios de servicios, siempre nos daba las instrucciones de tener un buen trato con el público, de actuar de forma profesional», sentenció.