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No hay peor ciego que el que no quiere ver: Abbott está convencido de que “no hay ninguna pugna o pendencia” en el Ministerio Público PAÍS Crédito: Agencia UNO

No hay peor ciego que el que no quiere ver: Abbott está convencido de que “no hay ninguna pugna o pendencia” en el Ministerio Público

El Fiscal Nacional no solo fue golpeado por los argumentos entregados en la sentencia por los ministros que rechazaron su arremetida contra el Fiscal Regional de O’Higgins, Emiliano Arias. Ahora, recibió el impacto de los dichos del ministro Carlos Aránguiz, quien sostuvo que “ha sido un triste espectáculo ver a las más altas cabezas del Ministerio Público trabadas en una especie de pendencia interna, sin que ninguna de ella haga una autocrítica”. Abbott respondió señalando que está todo bien en la Fiscalía. Pero aunque trate de dar vuelta la página, todavía hay algunas aristas que están abiertas y complican la convivencia en la institución, como la querella de Arias contra el fiscal Sergio Moya y el exfiscal Pablo Gómez, que salpica de lleno al jefe del Ministerio Público.


Una dura crítica formuló el ministro de la Corte Suprema, Carlos Aránguiz, al funcionamiento del Ministerio Público. El “supremo” habló de un “triste espectáculo” y un clima de “pendencia” al interior de la Fiscalía, a propósito de la pugna entre el Fiscal Nacional Jorge Abbott con el Fiscal Regional de O’Higgins, Emiliano Arias.

En un conflicto que se ha extendido por meses, Abbott intentó sacar del camino a Arias, tanto por la vía administrativa como legal, pero finalmente el máximo tribunal del país rechazó por abrumadora mayoría de 11 a 3 su petición para remover el díscolo persecutor, a quien acusaba de “mal comportamiento y la negligencia manifiesta”.

Abbott resultó golpeado por los argumentos entregados en la sentencia por los magistrados, que solo reconocieron faltas de menor gravedad. Incluso, el ministro Carlos Künsemüller sostuvo que las faltas imputadas por el Fiscal Nacional “son más bien de bagatela”.

Pero el Fiscal Nacional además recibió el impacto de los dichos de Aránguiz, con sus declaraciones a La Segunda, donde planteó que “ha sido un triste espectáculo ver a las más altas cabezas del Ministerio Público trabadas en una especie de pendencia interna, sin que ninguna de ella haga una autocrítica respecto de su rol por la imagen de la institución que, a no dudar y por la ignorancia reinante, afecta de algún modo a la del Poder Judicial”.

Abbott eligió la misma vía para responder y a través de una carta a La Segunda expresó que “lamento profundamente las declaraciones del ministro Carlos Aránguiz en lo que respecta a mi persona” y es enfático en señalar que “no diviso ninguna pugna o pendencia al interior del Ministerio Público”.

“Considero que como fiscal nacional solo ejercí una facultad que me otorga la ley para solicitar la remoción de un fiscal regional por conductas que, a mi juicio, no eran compatibles con el estándar de comportamiento al que estamos obligados los fiscales de Chile”. argumenta.

Al referirse al resultado de la votación, Abbott comentó que “la Corte Suprema, actuando dentro de atribuciones que le son exclusivas, ha estimado, por una mayoría de sus integrantes, que dicho estándar es erróneo y yo, sin el menor comentario, acepté el fallo que me fuera adverso”.

El Fiscal Nacional recuerda que, una vez conocida la resolución de la Suprema, lo único que señaló a la prensa fue que “no solicitaríamos la reposición de dicha resolución, la acatábamos como corresponde en un Estado de derecho y que haríamos todo lo posible por una reincorporación adecuada del hasta ese entonces fiscal regional suspendido”.

Lo anterior –prosigue “con el único fin de cuidar el clima laboral de fiscales y funcionarios de esa región, y el normal funcionamiento del Ministerio Público que, como máxima autoridad, tengo la obligación de resguardar”.

Querella de Arias

Pero si bien Abbott pareciera querer dar vuelta la página, todavía hay algunas aristas que están abiertas y complican la convivencia al interior del Ministerio Público.

A su retorno a su lugar de trabajo en Rancagua, Arias ha dado varias entrevistas donde ha sido enfático en señalar que “esto no es borrón y cuenta nueva y aquí no ha pasado nada”. Una de sus primeras decisiones fue querellarse contra el fiscal Sergio Moya –su otrora mano derechay el exfiscal Pablo Gómez por tráfico de influencias, violación de secreto y obstrucción a la investigación. El recurso salpica al Fiscal Nacional, porque acusa una «coordinación» entre Moya y Abbott para sacarlo de importantes causas

El abogado de Arias, Marcos Contreras, reveló a Radio Cooperativa que cuenta con «audios de Whatsapp que le fueron requisados a Moya en su calidad de imputado en el contexto del caso Huracán, donde le dice básicamente a Abbott que va a denunciar al fiscal Arias, que ‘le va a sacar la máscara de superhéroe’, a lo cual el fiscal Abbott le da su aprobación para hacerlo».

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