Gobierno de Piñera y Argentina bajan un cambio a la polémica respecto a quién ha manejado mejor la crisis del coronavirus

Luego de los cruces de declaraciones entre los gobiernos de Chile y Argentina respecto a quién lo está haciendo mejor para enfrentar la crisis del coronavirus, este miércoles vino la primera señal de distensión.

Esta mañana se llevó a cabo una reunión bilateral, vía videoconferencia, entre los cancilleres y ministros de Salud de Chile y Argentina (Teodoro Ribera, Jaime Mañalich y Felipe Solá y Ginés González) respectivamente, conectados desde el edificio Carrera y desde el Ministerio de Salud argentino.

De acuerdo a la versión oficial de la Cancillería, “los cuatro participantes abordaron temas de cooperación bilateral y compartieron datos y estrategias que han resultado significativas para las políticas públicas de cada país en el combate al Covid-19”.

El acercamiento se produce luego de varias señales desde el interior del Gobierno de Sebastián Piñera que ha buscado instalar por todos los medios la idea de que en el concierto internacional la estrategia que Chile está aplicando para enfrentar la pandemia del coronavirus es la más exitosa, con especial énfasis en comparación con los países de América Latina.

Este espíritu de triunfalismo ha quedado ratificado en algunas declaraciones del ministro Mañalich, quien ha señalado que “somos el país de América entera que más test hace por millón de habitantes, diez veces más que Argentina”.

Sin embargo, en Argentina tienen otra visión y el pasado 10 de abril, cuando anunció la extensión de la cuarentena obligatoria en su país, el presidente Alberto Fernández comparó las estadísticas con los países vecinos, y destacó que  “Chile tiene un tercio de nuestra población”.

Esto motivó una respuesta de La Moneda a través de un informe enviado a medios argentinos, en el que se hace una comparación detallada de las medidas de Chile versus las que ha tomado el país trasandino.

Sin embargo, para evitar escalar en polémicas, el canciller Ribera dijo en la videoconferencia que “estos son los momentos de mayor colaboración. Los países, más que estar en competencia, deben de colaborar, porque esta no es una crisis de Estados; esta es una crisis universal. No hay fronteras que paren el virus y, por tanto, no existe una salvación individual. A un país le puede ir espectacularmente bien, pero si a los vecinos no les está yendo bien, igual le va a tocar asumir parte del problema”.

“En el caso nuestro -añadió- compartimos una extensa frontera y, por tanto, creo que es muy relevante que podamos intercambiar información, podamos intercambiar conocimiento sobre las políticas públicas que aplicamos y ver cómo nos está yendo. Y también podríamos conversar sobre la gestión de fronteras”.