Otra vez Mañalich en picada contra los alcaldes: ministro asegura que cuando piden cuarentenas totales “no saben del daño que están hablando”

La decisión semanal adoptada por el Ministerio de Salud respecto a las zonas en cuarentena en el país nuevamente levantó polémica y puso otra vez frente a frente al titular de la cartera, Jaime Mañalich, con los alcaldes que han criticado las medidas.

El ministro de Salud volvió a defender la estrategia aplicada por el Minsal de cuarentenas progresivas y focalizadas, subrayando que “cuando determinados alcaldes piden cuarentenas totales de toda su comuna, y para qué decir de toda la ciudad o de todo el país, no saben del daño que están hablando y que produciría esta medida en su población”.

La estrategia de la cartera de Salud fue defendida también por el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, durante el balance del estado de coronavirus en Chile, quien advirtió que “existen consecuencias, efectos no queridos de las medidas de aislamiento”. Según la autoridad, tenemos que estar muy claros que el Gobierno va a mantener la misma política: “Esto se va a seguir repitiendo, va a haber zonas geográficas que van a entrar en cuarentena y otras donde esas cuarentenas se van a quitar”.

Por su parte, en la misma instancia, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, se sumó a las advertencias sobre los efectos negativos de las cuarentenas. “Hemos visto situaciones complejas, no solamente por la evidencia nacional, sino también por la evidencia internacional. Se ha visto un aumento en el consumo de alcohol, un efecto sobre todo en la salud mental de las personas, mayor angustia, mayor ansiedad, la sensación de soledad, que produce mayores depresiones, y también hemos visto un aumento de la violencia intrafamiliar».

Los reclamos de los alcaldes

Ayer, durante el balance diario del avance del coronavirus, el Minsal informó que El Bosque y Arica en su totalidad, más una parte de San Bernardo, entran en cuarentena, mientras que San Pedro de la Paz, Nueva Imperial, Hualpén, Padre Las Casas y Las Condes salen de la medida a partir de este jueves a las 22 horas.

Asimismo, se mantendrá por una semana más la cuarentena en las comunas de Punta Arenas (Magallanes); Osorno (Los Lagos); Temuco (La Araucanía); Chillán y Chillán Viejo (Ñuble); Puente Alto (Poniente), Ñuñoa (Norte) y Santiago (Norte).

La determinación del ministerio obviamente causó extrañeza por la decisión de incluir a comunas como El Bosque, que tiene menos casos de COVID-19 que La Florida. Además hubo reclamos como los de la alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, quien criticó que en la comuna no se haya decretado la medida, argumentando que “si vamos a esperar una semana más me preocupa, porque los números se multiplican día a día”. En Padre Las Casas fueron más allá e incluso anunciaron un recurso de protección.

 “Administrar la pandemia”

Pero Mañalich rechaza de plano estas peticiones. El ministro argumentó que «en los países en que ha habido cierres, bloqueos completos, bajo la idea de que nadie se contagie, después dejan a toda la población vulnerable y la enfermedad rebota».

El objetivo –dijo– es que «tenemos que administrar la pandemia –dentro de lo difícil que resulta esa palabra– para lograr que no haya ningún momento, como sí ha ocurrido en Italia, en Nueva York, en España, en que el número de contagios es de tal magnitud, diarios que genera una demanda sobre el sistema hospitalario que no puede resistir, y tienen que decidir cómo asignan las camas y dejar morir a los que no pueden, de acuerdo a decisiones éticas –correctas o no–, pero nosotros no queremos llegar a eso».

Esta “administración” de la pandemia se realiza –según el ministro– mediante “estas cuarentenas estratégicas y todas las otras medidas que conocemos, para poder lograr que la velocidad de aumento de los nuevos casos sea lo más lenta posible”.

Por eso, a juicio de Mañalich, “cuando un alcalde pide una cuarentena total prolongada para su comuna, ese mismo alcalde, no van a pasar dos semanas para que esté pidiendo exactamente lo contrario, porque tiene muchos efectos adversos, y no estoy hablando de efectos económicos, sino sanitarios». Por eso, insistió en que “las cuarentenas, que son medidas extremas, tienen que ser focalizadas y tener un principio y un fin, de acuerdo a la realidad epidemiológica».

En este sentido, dijo que «las cuarentenas son medidas que pueden sonar bien y a lo mejor ser muy prolongadas en lugares donde hay residencias en que viven cinco personas en 300 metros cuadrados, pero suenan muy mal y producen enorme daño en lugares donde, en 80 metros cuadrados, viven diez personas, que es la realidad más propia de nuestro país»

Por ejemplo, sostuvo que «en las comunas que han tenido cuarentena, como Chillán, los propios alcaldes ya han cambiado de opinión, porque la gente sufre, pasa hambre, se produce aumento de la violencia intrafamiliar, se producen otras infecciones dentro del hogar (…). Cuando estuvimos en Osorno y dictaminamos el inicio de la cuarentena, el alcalde de San Juan de la Costa me dijo que eso sería la muerte para su comuna, significa en definitiva hambre”.