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Crédito: ATON
“El Sename debe hacer cambios hoy para evitar que otra niña, niño o adolescente viva una situación como la que vivió Ámbar”, señaló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sostuvo que la muerte de Ámbar Cornejo, la menor asesinada por la pareja de su madre en Villa Alemana, dejó en evidencia la inexistencia de un sistema de protección especializada para los niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos.
A juicio de Unicef, en el caso de Ámbar Cornejo los mecanismos de fiscalización y seguimiento de parte del Sename no funcionaron y no fueron capaces de protegerla, sobre todo teniendo en cuenta el largo tiempo que estuvo vinculada a distintos programas.
La adolescente había ingresado por primera a la red Sename en 2008, donde fue atendida en un programa de diagnóstico ambulatorio, luego por un programa residencial, también en un programa de reparación de maltrato, y nuevamente en programas de diagnósticos, hasta finalmente llegar a un programa de intervención especializada.
Unicef fue enfático en señalar que las decisiones que se adoptan en los contextos de protección, que son tomadas por los programas implementados por organismos colaboradores, por los Tribunales de Familias y Sename, deben tener una revisión y supervisión de los procesos de intervención. “El Sename debe hacer cambios hoy para evitar que otra niña, niño o adolescente viva una situación como la que vivió Ámbar”, añadió.
Además, el organismo señaló que Chile es el único país de América Latina y el Caribe que todavía no cuenta con una ley de garantías, la que permitiría contar con un sistema de alertas para identificar a tiempo los riesgos, antes de que se transformen en vulneraciones, que podrían estar afectando a los niños, niñas y adolescentes.
“Chile ya no tiene excusas para seguir llegando tarde, menos aún cuando el actual contexto de pandemia ha exhibido -una vez más- las brechas que tiene para proteger a sus niños, niñas y adolescentes. Ha quedado demostrado que no es suficiente con poner a los niños primero, si esto no tiene una expresión concreta en garantizar a todos ellos y ellas el ejercicio de sus derechos”, señaló el organismo internacional.
