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Benito Baranda y Agustín Squella piden al Senado reglas igualitarias en la Convención Constitucional: “Hoy la cancha es muy dispareja para los independientes” PAÍS Crédito: ATON

Benito Baranda y Agustín Squella piden al Senado reglas igualitarias en la Convención Constitucional: “Hoy la cancha es muy dispareja para los independientes”

La Comisión de Constitución del Senado debatió hoy el proyecto de reforma constitucional para la inscripción de independientes para la Convención Constitucional, oportunidad en que el Gobierno anunció discusión inmediata a la iniciativa. “Tenemos baja probabilidad de ser parte de la Convención y requerimos con urgencia que el Senado apruebe las modificaciones solicitadas y que reponga la posibilidad de hacer pactos», dijo el director de América Solidaria. Este es solo uno de los nudos pendientes del órgano constituyente, porque el Senado también tiene pendiente la votación del proyecto que busca reservar escaños para los pueblos originarios y para personas con discapacidad, agendada para el próximo martes 17 y miércoles 18 en la Sala.


Un llamado a “emparejar la cancha” para poder competir en las elecciones y ser parte de la Convención Constitucional formularon figuras del mundo independiente, como el director de América Solidaria, Benito Baranda y el Premio Nacional de Humanidades, Agustín Squella, ante la Comisión de Constitución del Senado.

La instancia debatió hoy el proyecto de reforma constitucional para la inscripción de independientes para la Convención Constitucional, oportunidad en que el Gobierno anunció discusión inmediata a la iniciativa.

El llamado del mundo independiente es justamente que se apure la legislación que da facilidades a quienes no militan en partidos políticos.

«Hemos estado pidiendo aquí en el Congreso que se empareje la cancha para poder justamente competir en las elecciones y ser parte de la Convención. Hoy la cancha es muy dispareja para los independientes, tenemos baja probabilidad de ser parte de la Convención y requerimos con urgencia que el Senado apruebe las modificaciones solicitadas y que reponga la posibilidad de hacer pactos», indicó Baranda, quien ya anunció que será candidato en el órgano constituyente.

El proyecto aprobado en la Cámara de Diputados rebaja el porcentaje de firmas que se requieren para respaldar e inscribir una candidatura independiente y también facilita su inscripción a través de una plataforma digital del Servicio Electoral (Servel). Sin embargo, la posibilidad de que los independientes puedan pactar con los partidos políticos es un punto que fue rechazado en dicho trámite.

Por su parte, Agustín Squella remarcó que “quienes no militamos en partidos políticos tenemos que tener reglas igualitarias para que también se amplíe el espectro de los elegibles”.

«Independientes significa no militantes de los partidos políticos; no enemigos de los partidos políticos, porque ninguna democracia moderna puede funcionar sin ellos», añadió en una sesión donde también participaron integrantes de Espacio Público y cientistas políticos como Carolina Garrido.

De todos modos, la discusión inmediata puesta por el Gobierno a la iniciativa fue cuestionada por el presidente de la comisión, el senador PS Alfonso de Urresti, quien cuestionó que se ingrese “una urgencia a último minuto”.

Escaños para los pueblos originarios

Además de esta reforma para facilitar la participación de independientes en la Convención, el Senado también tiene pendiente la votación del proyecto que busca reservar escaños para los pueblos originarios y para personas con discapacidad.

Este último se votará el próximo martes 17 y miércoles 18 en la Sala, luego de la aprobación en la Comisión de Constitución donde no hubo acuerdo entre el oficialismo y la oposición.

La instancia aprobó con los votos de la oposición incorporar 23 escaños, adicionales a los 155 de la Convención Constitucional, para los pueblos originarios. Sin embargo, la derecha y el Gobierno han planteado su propia fórmula, con un voto vía padrón especial, con solo 15 escaños y descontables de los 155 integrantes del órgano que redactará la nueva Constitución.

El resultado tiene pronóstico reservado, porque para aprobar la reforma se requieren tres quintos de la sala, vale decir 26 senadores, una cifra que ni el oficialismo ni la derecha tienen en el Senado, lo que obliga a llegar a un entendimiento.

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