Yasna Provoste lanza sus dardos: «Sichel es el candidato de continuidad de un Gobierno que atropelló los derechos humanos»

A una semana de realizada la consulta ciudadana de la ex Unidad Constituyente –ahora Nuevo Pacto Social–, la candidata presidencial del bloque, Yasna Provoste, quiere darle un nuevo aire al segundo tiempo de su campaña a La Moneda. Si bien aseguró que ser DC no es una mochila, dio cuenta de una incorporación transversal de otros rostros, buscando conferir un sello de una candidatura abierta. Por eso es que incorporó al actor Alejandro Goic Jerez como jefe de campaña, como lo adelantó a El Mostrador. Una persona que no está en la primera línea de la política, pero que sí ha participado de varios procesos, como la campaña presidencial de Alejandro Guillier en la elección pasada, con un pasado socialista, que tuvo un activo rol durante el estallido social y que es un representante conocido del mundo de la cultura y las artes.

En esta segunda etapa, la senadora por Atacama enfatizó que uno de los focos es trabajar por la unidad de la centroizquierda, postulándose como una alternativa de cambios profundos, pero con paz social. «A veces es inevitable, en un proceso como el que nosotros vivimos, que se generen ciertas tensiones. Para nosotros lo más importante siempre fue hablar desde nuestras ideas, que nos movían para estar en este proceso, y estuvimos en la consulta ciudadana de Unidad Constituyente porque creemos en la unidad de la centroizquierda. No nos cabe ninguna duda de que hoy hemos vuelto a caminar todos juntos», dijo la candidata sobre las tensiones que marcaron su relación con sus excontendores.

En esta entrevista, Yasna Provoste abordó las principales diferencias con Gabriel Boric y Sebastián Sichel, el manejo de la «marca DC» y la irrupción de Marco Enríquez-Ominami en la arena presidencial.

-¿Qué sello va a tener este segundo tiempo de su campaña presidencial?
-Estamos iniciando esta campaña que se da en un momento que es de mucha incertidumbre. Estamos todavía con una pandemia, con políticas poco claras del Gobierno y con un candidato también que representa la continuidad, como es el caso de Sebastián Sichel. Esta es una elección que está, en nuestra opinión, totalmente abierta. Nos quedan tres meses y estamos convencidas y convencidos de que representamos una opción de mayoría en nuestro país, una mayoría que exige cambios profundos, necesarios, pero que quieren que estos cambios se hagan en paz, en tranquilidad, con un país que vuelva a recuperar una gobernabilidad. Y la nuestra será una campaña de propuestas, de ideas, de poder escuchar mucho, de entender que el próximo Gobierno también tiene que ser un ejemplo de humildad, de poder escuchar. A diferencia de lo que nosotros hemos visto en este Gobierno y de su candidato de continuidad, nosotros creemos que la gente tiene saberes, y esos saberes se tienen que colocar a disposición de mejorar las políticas públicas. La ciudadanía sabe y plantea sus problemas, y nosotros somos una candidatura que confía en las personas, así que, en este nuevo aire, es como lo que somos: con mucha alegría, con un gran compromiso, con una capacidad enorme de trabajo, acogiendo y escuchando muchos saberes distintos que se expresan en nuestros territorios.

-Usted viene saliendo de una consulta ciudadana que tuvo varias desventajas frente a la primaria legal. La participación fue baja, llegando apenas a los 150 mil votantes. Con esa base de votación, ¿cree posible alcanzar en estos meses una mayoría social para ser competitivos?
-Nuestra consulta ciudadana tuvo cerca de 1.287 mesas versus más de 16 mil mesas que tuvo el proceso de primarias legales, y ya eso da cuenta de una diferencia enorme que no hace posible la comparación en niveles de participación. Si uno lo mira solo desde el punto de vista de las mesas, nosotros tuvimos un 2,7% de mesas disponibles para los electores, versus casi 35 o 35 por ciento de la consulta legal. Nosotros no tuvimos mesas en el extranjero, los locales de votación fueron una realidad muy distinta. Y hay algo que a nosotros nos parece muy importante de poder dar a conocer: todo el mundo sabe, yo soy militante de la Democracia Cristiana, la DC tiene cerca de 33 mil militantes y yo obtuve más de 85 mil votos en esta consulta ciudadana, es decir, casi tripliqué la cantidad de militantes del padrón general de la Democracia Cristiana. Es decir, nuestra candidatura es efectivamente muy ciudadana, muy transversal y nosotros tenemos especial interés en hablarle a nuestro país, al alto porcentaje de chilenos y chilenas que aún no define una opción presidencial, y que tiene la esperanza de que se hagan bien las cosas en nuestro país, de poder tener un buen Gobierno que nos permita reconstruir lo que hoy día necesitamos hacer después de un mal Gobierno: reconstruir la economía, el empleo con foco en las mujeres, el crecimiento para todos, lograr más justicia, poder vivir en paz. Y a esa sociedad es a la que nosotros estamos hablándole durante este tiempo.

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-Ha reiterado que su candidatura es transversal, pero inevitablemente será ligada a la DC por su militancia en ese partido. ¿Cómo se puede lidiar con las diferencias que usted pueda tener como candidata presidencial versus algunos puntos que su partido pretende defender, como ocurrió con el tema del aborto?
-Yo he presentado mi candidatura con mi trayectoria, con nuestra historia como dirigenta estudiantil en el colegio y en la universidad, en mi historia en la lucha contra el lucro en la educación, en nuestra historia en la lucha por el reconocimiento de los pueblos originarios, especialmente del pueblo diaguita, quienes el día sábado cumplimos 15 años del reconocimiento en nuestra ley. Llegamos a esta candidatura por nuestra trayectoria en el reconocimiento de la deuda histórica de nuestros profesores. Ser militante de un partido para algunos es una mochila, pero es parte de lo que uno es. Yo no soy de la elite de mi partido, me parezco mucho más a la base partidaria, a esta base comprometida con las transformaciones sociales, a esta base comprometida y que aún anida en sus conciencias y en sus corazones la sindicalización campesina, la reforma agraria, entender que la tierra es para los que la trabajan, de un esfuerzo muy importante de garantizar la vivienda para todos los chilenos y chilenas. Por lo tanto, nos parecemos mucho más a esta base que ya no es solo una base partidaria, es una base social, una base muy comunitaria en nuestro país y, por lo tanto, también durante nuestra trayectoria de vida nos hemos comprometido mucho en una integración, en trabajar por la unidad de la centroizquierda, y con esa trayectoria también llego a esta candidatura, y vamos a sumar muchas voluntades, a quienes han estado colaborando en distintas campañas de la centroizquierda, en los distintos esfuerzos programáticos, también desde el mundo de los independientes, de los dirigentes sociales, gremiales, y vamos a avanzar en un diálogo muy abierto, muy transversal, no solo con nuestro programa con la ciudadanía, especialmente las regiones, sino también con nuestra historia y nuestra experiencia.

-Hace un tiempo Ignacio Walker dijo que usted representaba el ADN de la Democracia Cristiana. ¿Lo ve así?
-Yo he trabajado siempre por construir mayorías a partir de la centroizquierda. Independiente de si uno es parte de este ADN, yo estoy clara en que no soy solo la candidata de la Democracia Cristiana, soy la candidata de una unidad política y social, de una unidad de la centroizquierda, de todos los partidos que la componen y que se sienten parte de este proyecto, de los trabajadores y trabajadoras, de las organizaciones sociales, que muchas veces no son las escuchadas. La nuestra será una candidatura muy convocante, muy ciudadana y nuestro propio jefe de campaña (el actor Alejandro Goic) también da cuenta de que nosotros somos capaces de ampliar los lentes de la inclusión, que debemos ser capaces de sacudirnos de estas estructuras que muchas veces forman parte de las lógicas permanentes, pero que nosotros hace mucho tiempo ya las superamos.

-¿Cómo quedaron las relaciones con el entorno de Paula Narváez y Carlos Maldonado? En sus comandos hablaban de una relación más bien tensa.
-A veces es inevitable, en un proceso como el que nosotros vivimos, que se generen ciertas tensiones. Para nosotros lo más importante siempre fue hablar desde nuestras ideas, que nos movían para estar en este proceso, y estuvimos en la consulta ciudadana de Unidad Constituyente porque creemos en la unidad de la centroizquierda. No nos cabe ninguna duda de que hoy hemos vuelto a caminar todos juntos. El domingo fue muy emotiva la intervención del presidente del PR, Carlos Maldonado, con quien hace una semana estábamos juntos en la papeleta. Ya nos habían acompañado simbólicamente en la presentación de los antecedentes de la inscripción ante el Servel, hicimos una actividad en el Partido Socialista en ese momento, y la actividad del domingo y la incorporación de los equipos da cuenta de que hoy día ya estamos en un proceso distinto, estamos caminando juntos en esta tarea que sabemos que es de una enorme magnitud y que la única forma es que seamos capaces de construir una mayoría sólida para conducir al país en los próximos tiempos y para poder garantizar el restablecimiento de la paz social. Y eso es algo que nosotros valoramos, no solo de las candidaturas con las que compartimos en este proceso, con Paula y con Carlos, sino que también agradecer el cómo se han ido sumando y el compromiso de todas las fuerzas políticas del Nuevo Pacto Social.

-¿Le complica la candidatura de Marco Enríquez-Ominami en lo electoral?
-Nuestra candidatura es muy comunitaria, colectiva, definida por un proceso abierto, democrático, participativo. Nosotros estamos en la lógica de poder avanzar a gobiernos de mayoría, que tengan listas parlamentarias, que realmente garanticen gobernabilidad y, en ese sentido, lo que a nosotros nos mueve es que realmente seamos capaces de poder pensar, más que en nuestros problemas, en los problemas que tiene Chile y de ser alternativa de solución de ellos.

-¿Cuáles diría usted que son las principales diferencias que tiene con Sebastián Sichel, un ex DC, y Gabriel Boric? ¿Cómo se puede convocar al mundo indeciso que votó eventualmente en esas primarias?
-Con Sebastián tenemos serias y marcadas diferencias. Primero, nosotros no hemos sido parte de un Gobierno que atropelló los derechos humanos, y lo digo en una fecha que además para nosotros y para el mundo es tan especial. Esta entrevista se hace un día 30 de agosto, en donde además nuestro país ha suscrito desde el año 1992 la convención en materia de detenciones, de desapariciones forzadas, y precisamente el 30 de agosto, desde hace ya 10 años, en todo el mundo conmemoramos el día de las personas detenidas desaparecidas. Y también nosotros lo hemos hecho para honrar un compromiso y una promesa, que nos compromete con las víctimas, con los familiares y con el país, de no renunciar jamás en la búsqueda de verdad, justicia y reparación. Por lo tanto, una, de la larga lista de diferencias que tenemos con el candidato de continuidad de este Gobierno, es que él ha sido parte de un Gobierno que atropelló los derechos humanos y nosotros queremos que en Chile seamos capaces de avanzar en verdad, justicia y reparación, no hacer como que cambian las cosas para que puedan seguir iguales.

Nosotros representamos las transformaciones que se necesita hacer en nuestro país, pero las representamos con la capacidad de concretar los proyectos en favor de la ciudadanía, con confianza de la ciudadanía, con paz social, y esperamos que nuestras propuestas puedan llegar a todos y todas quienes quieren también sanar después de un mal Gobierno, de poder recuperar la economía, los empleos, la salud, el tiempo perdido en la educación. Eso es una diferencia muy importante con un candidato que ahora critica al Gobierno por falta de ayuda a las pequeñas empresas, pero cuando fue director de Corfo, ministro de Desarrollo Social o incluso cuando fue director del BancoEstado, también le negó esas ayudas a las empresas de menor tamaño, que enfrentaban uno de los peores momentos producto de esta crisis, no solo sanitaria sino también social y económica, donde muchas no tuvieron otra salida más que la quiebra.

-¿Y con Gabriel Boric?
-Yo creo que la principal diferencia tiene que ver con el testimonio, porque, cuando uno revisa, y yo he compartido con Gabriel cuatro años cuando fuimos diputados, cuando veo que defiende presupuestos en cultura… nosotros hemos propuesto en nuestro programa que vamos a llegar en los primeros tres años a aumentar el presupuesto en cultura al 1% del presupuesto de la nación. Nunca lo hemos visto en las discusiones de este presupuesto, nunca lo hemos visto discutiendo los presupuestos de cultura. Y, por lo tanto, uno dice ‘el papel aguanta bastante más de lo que ha sido el testimonio’. El testimonio, nuestras luchas que hemos dado y que se han concretado son un ejemplo muy claro de que sabemos hacer las cosas, sabemos que las cosas ocurren en favor de la ciudadanía. No nos quedamos simplemente en la declaración. No nos quedamos simplemente en la declaración de que los 60 mil pesos son insuficientes para las familias, sino que dialogamos a través de una alianza política y social de la oposición para empujar al Gobierno para que las cosas ocurran en favor de las familias, y nosotros sabemos hacer que las cosas pasen en favor de las grandes mayorías de nuestro país.

-En materia de pensiones, usted en uno de los debates propuso que los ahorros de los trabajadores puedan estar disponibles en distintas inversiones que aseguren rentabilidad. Eso fue refutado por economistas que sostuvieron que no hay una rentabilidad asegurada. ¿Cómo podría abordar usted esa problemática?
-Siempre hay quienes disfrazan sus argumentos para tratar de defender un negocio que, en nuestra opinión, está absolutamente fracasado, como el modelo de las administradoras de fondos de pensiones. Cuando hablamos de inversión de los fondos de pensiones, lo clave es poder reorientar las inversiones. La inversión de los fondos no solo debe dar seguridad y rentabilidad a los fondos, sino también porque las inversiones tienen que respetar criterios que en nuestro país son importantes a partir de lo que hoy estamos viviendo. Nosotros estamos viviendo un proceso constituyente, estamos dejando atrás un modelo fundado en la competencia, en el individualismo, que implementó todo lo que hoy día conocemos de mercado en educación, en el agua y en la previsión social. Por eso, nosotros planteamos que también los fondos deben cumplir y respetar ciertos criterios de dónde se invierten: criterios ambientales, sociales, de gobernanza, orientando una cartera de desarrollo más inclusivo, más sostenible para el desarrollo de nuestro país. Y los fondos deben rentar, en lo que haga crecer los ahorros de los trabajadores, ese es un principio básico.

Lo que ocurre es que quienes defienden el modelo de las AFP, lo hacen porque necesitan tener permanentemente recursos frescos a costa de los trabajadores. Lo que nosotros proponemos es que se cambie… Si uno pudiera ponerlo en una imagen, ‘en el curso del río que nunca debió ser alterado’. También es bueno no poner todos los huevos en la misma canasta. En nuestro país existen modelos monopólicos y esos tienen garantizadas por ley rentabilidades. Lo que vamos a buscar siempre es que existan pensiones dignas.

¿Qué importancia tienen dos elementos que han sido banderas en su campaña: las regiones y sus raíces diaguitas?
-Nadie puede representar los problemas cuando no los ha vivido. Estos elementos para nosotros son centrales porque son parte de nuestra realidad, de nuestra historia, de nuestros orgullosos orígenes. El ser la única candidata con ascendencia indígena, el ser la única candidatura mujer, y tener un compromiso muy claro de descentralización, porque vivo en regiones, nací y crecí ahí, y es lo que nos ha llevado también a acoger y agradecer el apoyo de 11 de 16 gobernadores regionales, que nos han explicitado su apoyo, su compromiso, porque además entendemos que este nuevo Chile se escribe con la voz de las regiones, con la mirada de dejar atrás las situaciones de discriminación que muchas veces son tan sutiles, pero que a lo largo de los años este micromachismo, microdiscriminaciones, microrracismo generan tanto dolor y tantas heridas. Cuando una ve entrevistas que le hacen a una y dice “con sus manos tostadas por el sol”… no, si yo soy morena y estoy aquí con toda mi morenidad. También en este proceso de decir que nuestro país aspira a transformaciones de verdad, en donde ninguna persona, independiente de su origen, su identidad, su condición, religión, creencias, pueda ser discriminada. Este es un nuevo Chile y a ese nuevo Chile es al que nosotros aspiramos contribuir y liderar en este proceso.