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Créditos: Agencia Uno (referencial)
«La ciudad se verá privada del monumento a Baquedano. ¿Quién ganó? Ganaron los violentistas. Habría que preguntarle al gobierno si le preguntó a la primera línea dónde quería que estuviera Baquedano», señaló el jefe de la bancada UDI, Jorge Alessandri.
La bancada de diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) reaccionó con molestia frente al traslado parcial de la estatua del General Baquedano de la Plaza homónima hasta el Museo Histórico y Militar.
Esta decisión fue tomada por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), quienes consideraron que la ubicación que lo tuvo por 93 años ya no garantizaba seguridad a la estatua. Esto, ya que tras el estallido social del 18 de octubre de 2019, el monumento registró diversos daños, provocados por los manifestantes que se aglomeraban en la zona. Por lo mismo, hace un año que la figura del militar fue retirada para acciones de restauración.
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Los diputados gremialistas se mostraron molestos por la decisión, resaltando que fue un triunfo de los violentistas por sobre el Gobierno.
El jefe de la bancada UDI, Jorge Alessandri, indicó a La Tercera que «a raíz de nuestro oficio preguntando por el destino de la estatua del General Baqueano, sobre cuándo volvía, con qué medidas de seguridad, cómo esa expresión artística iba a poder seguir adornando la ciudad. ¿Qué ha respondido el gobierno? Que no volverá, que se irá a un museo cerrado, que la podrán ver solo algunos que tengan acceso a ese museo».
«La ciudad se verá privada del monumento a Baquedano. ¿Quién ganó? Ganaron los violentistas. Habría que preguntarle al gobierno si le preguntó a la primera línea dónde quería que estuviera Baquedano», complementó.
Bajo esta premisa, el legislador cuestionó la decisión: «¿Van a correr similar suerte monumentos a Carrera, O’Higgins, a San Martín? ¿Va a decidir la violencia dónde podemos tener expresiones artísticas o históricas? ¿Va a elegir la violencia dónde y qué podemos ver? ¿A qué hora podemos caminar y transitar?».
«Este gallito lo ganó la violencia y el gobierno le abrió la puerta. No habrá más Baquedano en nuestras calles, estará recluido, encerrado, porque afuera, al aire libre, estarán los vándalos, los que queman y destruyen», concluyó.
Los parlamentarios del mismo partido, Gustavo Benavente y Cristhian Moreira, compartieron los dichos del presidente de su bancada y además afirmaron que está decisión es una «debilidad institucional» que podría «alentar a los delincuentes y violentistas a seguir destruyendo otros monumentos y estatuas en nuestro país, todo ello bajo el paragua de las actuales autoridades».
«La decisión de trasladar la Estatua de Baquedano a una parte distinta a la Plaza Italia es el corolario de la violencia que por mucho tiempo avaló este mismo Gobierno, y que hoy se hacen los desentendidos», complementaron los legisladores.
Finalmente precisaron que «esta es una decisión sencillamente inaceptable y que reafirma la complicidad que tienen las actuales autoridades con la violencia. Y no nos sorprendamos después si el vandalismo continúa destrozando nuestras ciudades, porque lo único que provocará esta decisión es que los violentistas busquen otro monumento que destrozar, porque sabrán que el Gobierno terminará cediendo ante sus presiones».
