El expresidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, destacó que el cambio de tono del gobierno el 1 de junio debía reflejarse en acciones concretas. Consideró que la reforma tributaria original no era buena política, y señaló que condicionar los cambios necesarios del país a su tramitación es algo equivocado. El líder de Pivotes apuntó a una contradicción entre las declaraciones del ministro de Hacienda sobre prioridades y las señales hacia grupos de interés más cercanos al gobierno. Además, expresó que un pacto fiscal debería involucrar a todos y no “cargarle la mano” a un grupo pequeño, sugiriendo la posibilidad de reducir el IVA y aumentar la base de contribuyentes.
Durante su segunda cuenta pública ante el Congreso, el Presidente Gabriel Boric hizo un llamado enérgico a lograr acuerdos transversales, especialmente en la reforma tributaria, que considera fundamental para avanzar en políticas como la condonación del CAE y la deuda histórica con los profesores. El Mandatario se comprometió a abrir diálogos con diversos sectores y anunció que en julio insistiría en el Senado para retomar la tramitación de la reforma tributaria, luego de sufrir el rechazo a la idea de legislar en marzo.
El expresidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, abordó las consignas presidenciales durante el programa Al Pan Pan con Mirna Schindler. Y si bien valoró parte de los anuncios del Mandatario, dijo observar una contradicción entre los dichos previos del ministro de Hacienda, Mario Marcel, y lo que anunció al Presidente Gabriel Boric sobre la reforma tributaria.
El líder del laboratorio de políticas públicas Pivotes destacó que “desde que se rechazó la iniciativa original del gobierno, se habló de que esto cambiaría desde el concepto de reforma al concepto de pacto fiscal”. Larraín Matte sostuvo que un pacto fiscal no solo tiene medidas precisas y concretas para aumentar la recaudación como las que tenía la reforma original, sino que además “moderniza el Estado y propone medidas para incentivar el ahorro y la inversión”. En esto, enfatizó, “llevamos 10 años con estancamiento”.
Más relevante aún, agregó el exlíder del empresariado, era que el Presidente Boric precisara dicho pacto fiscal. En ese sentido, recordó que lo primero que hizo el ministro Marcel fue argumentar que el Presidente hablaba de un pacto fiscal y no de una reforma tributaria. Sin embargo, criticó que el Presidente, en su discurso, solo hablara de reforma tributaria. “Parece que el ministro (Marcel) no ha logrado convencer al Presidente de que el pacto, para diferenciarse de una reforma, tiene esas dos patas fundamentales: modernización del Estado e incentivos al ahorro y a la inversión”, declaró Larraín Matte.
“El 1 de junio era una oportunidad para traducir ese cambio de tono en acciones concretas, como la modernización del empleo público”, añadió el líder de Pivotes, para quien la reforma original “claramente no era una buena política pública”. Nos obstante, Bernardo Larraín sentenció que “condicionar los cambios que el país necesita a la reforma tributaria es equivocado”.
Larraín Matte recalcó que el ministro Marcel había dicho en repetidas ocasiones que la condonación del CAE había dejado de ser prioridad, “porque cuando un gobierno asume se enfrenta a la realidad que impone otras necesidades: inmigración, seguridad pública, empleo”. Entonces, añadió, “suponíamos que las prioridades habían cambiado y renacen estas señales a grupos de interés que tienen demandas legítimas y están más cerca del gobierno. Eso claramente distancia las posiciones y no es coherente con lo que había anticipado el ministro Marcel”.
En esa línea, expresó, “observo cierta contradicción entre el intento del ministro Marcel de decir que esto es un pacto fiscal que tendrá medidas proinversión y de modernización del Estado, y lo que anuncia el Presidente, que sigue hablando de una reforma tributaria recaudadora”. Bernardo Larraín mencionó que “un pacto tributario nos involucra a todos y no se carga la mano a un grupo pequeño”. Incluso, concluyó, “podríamos bajar el IVA y ampliar la base de contribuyentes”.
El jefe de la billetera fiscal salió a despejar dudas y aclaró que la reforma tributaria que impulsa el Gobierno del Presidente Boric no financiará la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE) y otras deudas universitarias que comprometió el Ejecutivo en su programa de gobierno, y lo que dijo el Presidente en su cuenta pública fue que se abordaría ese tema después de la tramitación de dicha ley. En conversación con Radio Infinita, Mario Marcel explicó las palabras del Presidente Gabriel Boric durante la Cuenta Pública 2023.
“Lo que el Presidente dijo es lo mismo que dijo en la cuenta pública anterior. El tema del CAE lo vamos a abordar una vez que esté aprobada la reforma tributaria. Eso no significa que se financie con la reforma tributaria”, mencionó el secretario de Estado. El Ministro Marcel agregó que “el tema del CAE requiere su propia fuente de financiamiento, pero como lógica de estructuración de prioridades, primero resolvamos aquellas necesidades más urgentes de la población. En el caso de las pensiones, estamos hablando de más de un millón y medio de pensionados actuales, además de los pensionados futuros”.
Durante su discurso, el Presidente aseguró que el compromiso con la condonación del CAE “seguía en pie”, pero lo condicionó a la tramitación de la reforma tributaria en el Congreso. “Como país, tenemos otra deuda que saldar: la de aquellos que cargan con una pesada mochila por haber accedido a la educación superior”, comenzó diciendo el mandatario. En ese sentido, afirmó que “terminar con el Crédito con Aval del Estado, establecer un nuevo sistema de financiamiento para aquellos que no tienen gratuidad y aliviar la carga de deudas educativas que parecen eternas, son compromisos que abordaremos con convicción y diálogo”.
“El año pasado me comprometí a ingresar un proyecto en la medida en que seamos capaces de ponernos de acuerdo respecto a un nuevo pacto fiscal. Ese compromiso sigue plenamente en pie”, añadió el Presidente Gabriel Boric.
