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Además de connacionales, así como peruanos y bolivianos, el jefe de la Brigada Investigadora de Trata de Personas (Bitrap) indicó que hay personas haitianas entre quienes fueron captados en la Región de O’Higgins y llevados a trabajar a Reino Unido con la promesa de sueldos inalcanzables en sus países de origen, pero que tampoco existían allá.
El subprefecto José Contreras, jefe de la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana (Britrap), de la PDI, confirmó que su unidad se encuentra desarrollando una serie de investigaciones por el delito de trata de personas con fines de trabajo forzados, caso dado a conocer por El Mostrador.
Según explicó el oficial, “el 19 julio se recepciona en la Brigada Investigadora de Trata de Personas metropolirtaba correo electrónico de ONG Libera, se analizaron los antecedentes y “tomando en cuenta que existían los elementos indiciarios de un delito, dimos cuenta al Ministerio Público, específicamente a la Fiscalía Local de San Vicente de Tagua Tagua, denunciando los hechos”.
“Específicamente con el agregado policial de la PDI en Londres, el que recabó en primera instancia todos los antecedentes asociados a estos ciudadanos chilenos, principalmente y su situación. Se realizaron las gestiones a través de la representación consular, y se remitieron los antecedentes vía correo electrónico, para lograr individualizar a las personas que estaban siendo objeto de este delito”.
Según indicó, también se cooperó en la tramitación y retorno de las víctimas al país. Confirmó que “la oferta laboral tenía relación con temas agrícolas: la cosecha de berries, con unas sumas de dinero bastante atractivas, en términos de lo que se ofertaba como contrato”.
Explicó además que las personas que han sido entrevistadas hasta el momento, coinciden en que “no estaban las condiciones apropiadas para poder trabajar, que tenían extensos horarios laborales, que las condiciones de residencia eran inhumanas, que el trato era cruel e inadecuado y que, de fondo, la promesa de trabajo no se condecían con los antecedentes que a ellos les habían entregado en un principio”.
Asimismo, confirmó también la existencia de “altos costos por multas”, así como “altos cobros en comidas, altos cobros en alojamiento” y que cada vez que alguien llegaba atrasado a un trabajo “había un descuento del día completo”, por lo cual “no había una correlación con lo que se les había ofertado”.
El subprefecto también especificó que “estando en un país distinto, con una cultura distinta, con un idioma distinto, se encontraban afectados, porque no sabían cómo solicitar ayuda o pedir colaboración a las autoridades del país de destino”.
Captación
Respecto de la forma en que las víctimas fueron captadas, explicó que “hay una empresa (inglesa) que vino específicamente, representada por una persona hasta el momento individualizada como chilena, que a través de distintos mecanismos de comunicación, vía Whatsapp, teléfono, publicaciones, empezó a ofertar estos trabajos como una muy buena oportunidad laboral”.
En Las Cabras, añadió, donde se enfocaron en buscar mano de obras, la mujer difundió ampliamente la idea de que los sueldos en Inglaterra superaban “con creces” lo que podían ganar en Chile, por lo cual era una oferta “muy, muy atractiva”.
Agregó que, además de los chilenos, bolivianos y peruanos que fueron captados, también hubo personas haitianas, con residencia en Chile, que fueron llevadas bajo este sistema al Reino Unido.
Asimismo, agregó que “es relevante hacer las denuncias porque estos delitos no solo ocurren acá, sino que son delitos transnacionales. El principio de ejecución es en Chile, sin embargo, la ejecución de los hechos se da en un país distinto y ahí hay que volver a relevar la importancia que tienen las agregadurías policiales de la PDI, en este caso en Londres, que nos permitió recabar información de forma temprana, de forma ágil”.
