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Fotografías: AgenciaUno
En siete días más las Cortes de Santiago y San Miguel confeccionarán una terna para la Fiscalía Occidente, de la cual Ángel Valencia debe escoger un nombre. El de Masferrer, en caso de quedar en ella, genera polémica interna en el Ministerio Público, dada su cercana relación con el Fiscal Nacional.
El martes 28 de noviembre, el Pleno de las Cortes de Apelaciones de Santiago y San Miguel se reunirá para escuchar –como manda la Ley– a las 11 personas que están postulando al cargo de Fiscal Regional de la Fiscalía Metropolitana Occidente, el mismo desde el cual accedió en su momento Sabas Chahuán a la Fiscalía Nacional.
Actualmente, dicho puesto es ocupado por José Luis Pérez Calaf, cuyo periodo de ocho años al frente de dicha Fiscalía se cumple el próximo 20 de enero. Ante ello, el Pleno de ambas Cortes abrió el concurso respectivo y el próximo martes, luego de escuchar a todos los interesados, los ministros deberán votar por ellos, para elaborar una terna con los tres candidatos más votados.
De esa terna es que el Fiscal Nacional, Ángel Valencia, deberá escoger un nombre para ocupar dicho cargo. Entre los postulantes hay varios fiscales jefes de la misma jurisdicción (Eduardo Baeza y Paul Martinson), fiscales adjuntos (Marcelo Duque y Felipe Díaz), una asistente de fiscal (Pamela Ponce) y la directora ejecutiva de la Fiscalía Occidente, Rocío Berríos.
Del mismo Ministerio Público también postula el actual jefe de la Unidad de Asesoría Jurídica de la Fiscalía Nacional (cargo de confianza de Ángel Valencia), Marcos Pastén, quien ya postuló a Fiscal Regional en 2019, logrando quedar en terna, mientras que hay cuatro candidatos externos a la institución.
Una de ellas es la exfiscal de Concepción y San Bernardo, Marisa Navarrete, quien además fue abogada del SII. También postula el profesor de Derecho Penal de la Universidad San Sebastián Nicolás Oxman, así como los abogados Jaime Jansana y Luis Masferrer, nombre, este último, que ya ha generado polémica a nivel de fiscales, dado que trabajó varios años con Valencia y, por ende, hay quienes creen que se producirá un conflicto de intereses en caso de que quede en terna o, al menos –como comenta un fiscal que pide reserva de su nombre–, “pondrá al Fiscal Nacional en una situación muy compleja”.
Durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Bulnes, que era ministro de Justicia, lo designó director nacional de Gendarmería y, entre otras situaciones, estaba al mando de dicha institución cuando se produjo en 2010 el incendio de la cárcel de San Miguel, que dejó 81 víctimas fatales. Dejó el cargo para postular a diputado por Renovación Nacional en el distrito 57 (Puerto Montt), en las elecciones de 2013, pero no resultó electo.
En 2014 asumió como jefe del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior, cartera en aquel entonces dirigida por Andrés Chadwick. En 2018, al inicio del segundo mandato de Sebastián Piñera, fue nombrado director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), cargo que dejó en 2019, pocos días después del inicio del estallido social.
Por cierto, para asumir como director de la ANI dejó su trabajo en el estudio Cisternas y Cía. (de Gonzalo Cisternas, hijo del exministro de la Corte Suprema Lamberto Cisternas), donde se desempeñaba junto a Ángel Valencia, estudio jurídico en el cual habitualmente hacían dupla.
En la actualidad tiene su propio bufete (Masferrer & Cía.) y desde 2020 presta servicios externos a la Municipalidad de Florida y al alcalde Rodolfo Carter. De hecho, representa a dicho jefe comunal en una querella por supuestas injurias y calumnias que presentó, este año, en contra de El Mostrador.
Entre otras causas de alto perfil en que ha intervenido, se cuentan, además, el caso “Basura”, donde defendió a Pedro Sabat junto a Ángel Valencia; el fraude en Carabineros, donde defendió al coronel Fernando Pérez; y la causa seguida en contra del padre del senador Javier Macaya, Eduardo Macaya, quien está acusado por la Fiscalía Regional de O’Higgins de abusos sexuales reiterados.
Sin embargo, el ruido interno que Masferrer genera en el Ministerio Público nada tiene que ver con las causas que ha llevado, sino que nace de su estrecha cercanía con Ángel Valencia, como lo expresa otro persecutor, quien señala que “para nadie es un misterio que el colega es muy cercano al Fiscal Nacional, que trabajaron juntos y que tiene mucha llegada en las Cortes”, donde además se mencionan reiteradamente los nombres de Oxman y de Pastén.
De hecho, ese es otro elemento que se comenta en los pasillos de fiscalías y tribunales: que Masferrer inició hace bastante tiempo acercamientos a nivel de ministros y que ello, sumado a su cercanía con Valencia, “haría que se viera muy mal si es que lo nombraran”, pese a que no existe norma específica que lo prohíba.
A ese respecto, otra fuente del mundo del Ministerio Público indica que “aunque no existe una inhabilidad específica para un caso de este tipo, su nombre está muy identificado políticamente y un cargo de esa naturaleza requiere de independencia, sobre todo en momentos en que hay un cuestionamiento quizá más fuerte que nunca en lo relativo a los vínculos de los abogados y el poder. Es más: si se revisa la gestión de Jorge Abbott, en ello estuvo la fuente de todos sus problemas”.
