En la reciente formalización del ex presidente del directorio de EFE, Luis Ajenjo, dos mujeres se robaron la película. Una de ellas e
En la reciente formalización del ex presidente del directorio de EFE, Luis Ajenjo, dos mujeres se robaron la película.
Una de ellas es la abogada del Consejo de Defensa del Estado (CDE) Rosa María Espinoza, quien llegó de riguroso pantalón negro, una chaqueta blanca, cartera a la moda y con un evidente paso por la peluquería.
Pero el look profesional fue sólo uno de los ingredientes que dejó
entrever en la audiencia. Usando un tono pausado, enfático y enérgico en ocasiones, así como un ordenado discurso de los hechos, logró captar la atención de la prensa cuando sacó una carta bajo la manga, acusando las presiones de Ajenjo a un testigo de la causa.
Un segundo golpe, que generó aún más tensión de la puesta en escena que significan las audiencias ante el tribunal de garantía, fue cuando aseguró que Ajenjo había enviado correos a España, buscando obstruir la investigación.
El cierre, sin embargo, lo hizo una mujer más experimentada, que también traía su carta bajo la manga. Se trata de la consejera y miembro del comité penal del CDE, María Inés Horvitz. Esta última, pese a que el juez de garantía no quería escuchar lo que tenía que decir, aludiendo a la innecesaria duplicidad de abogados del fisco, se salió con la suya ante el silencio del magistrado.
