En su memoria anual, la aseguradora no hizo mención al episodio que le costó finalmente el cargo a su gerente general. Tampoco al rendimiento de la AFP y sus cuestionamientos.
Como el despertar de una mala noche. Así se planteó AFP Capital en su Memoria 2017, el documento anual donde resumen al mercado e inversionistas su desempeño del año anterior. Esto, porque la aseguradora de pensiones perdió la memoria y los recuerdos del episodio más tenso de su último ejercicio.
El presidente de la AFP y ex ministro del gabinete de Sebastián Piñera, Juan Carlos Jobet, firmó la tradicional carta del reporte, señalando que «durante 2017, Chile vivió un intenso y necesario debate sobre la reforma al sistema previsional, instancia que estuvo marcada por los tres proyectos de ley presentados por el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. En este escenario, como AFP Capital mantuvimos una postura activa y propositiva, a través de la participación y el compromiso por aportar al debate con nuestros conocimientos técnicos, basados en la experiencia y visión respecto de los importantes desafíos que enfrenta el actual sistema. Creemos que este es uno de los caminos relevantes para avanzar en la materialización de nuestro propósito, que es entregar mejores pensiones a los chilenos».
Pero del intenso perreo en el Caribe que protagonizó el entonces gerente general de la AFP, Eduardo Vildósola, con un grupo de trabajadores de la compañía, no hubo palabras. Esto, no obstante que el pasado 3 de abril y, de acuerdo al mercado, por las mismas esquirlas del impacto mediático del caso, Vildósola dejó la empresa.
Jobet aprovechó la misiva para agregar que es necesario ahorrar más y «por más años», al tiempo que destacó el perfil de transparencia de la compañía, con una nota de amnesia en su comunicación.»Durante 2017, el Ranking de Transparencia Corporativa 2017, elaborado desde 2010 por la consultora IdN Inteligencia de Negocios, destacó a nuestra administradora como la AFP más transparente de la industria, al presentar estándares de transparencia corporativa homologables a las buenas prácticas internacionales en la materia. Este reconocimiento nos llena de orgullo, puesto que refleja lo que somos, una organización muy enfocada en generar relaciones de largo plazo con nuestros diferentes grupos de interés», comentó Jobet.
Es que Capital no tenía mucho que celebrar, la gestión de Vildósola no logró repuntar significativamente en rentabilidad, tampoco en números de afiliados ni en montos bajo administración. Con cambios reiterados en el área de inversiones, sus utilidades solo lograron elevarse en 2016, pero con un factor impositivo determinante.
La misma AFP abrió su carta señalando que el «resultado del ejercicio del año 2017 disminuyó a $64.366 millones, lo que representa una baja de 13,3% respecto del año anterior, principalmente por el mayor pago de impuestos».
Así, parece que el capítulo del «perreo» quiere ser sepultado.
