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La fallida mesa «té club» de los ministros Moreno y Larraín

La fallida mesa «té club» de los ministros Moreno y Larraín

A pesar de que el Gobierno ha intentado desacreditar las versiones que hablan de un nuevo flanco entre el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y su par de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, el jefe de la billetera fiscal se ha encargado, con sus “jugadas personales”, de develar la gran molestia que existe y que se instaló en Teatinos 120 tras el “desmarque” del ex presiente de la CPC. El lunes, en el peor momento de Larraín, a raíz del caso “Harvard”, Moreno salió a marcar diferencias cuando señaló que su viaje a Chicago fue costeado con plata de su propio bolsillo.


A diferencia de la versión oficial respecto del eventual acercamiento que habría existido durante las últimas semanas entre el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y su par de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, el actuar que tuvo el jefe de la billetera fiscal durante la actividad presidencial llevada a cabo el día de ayer en el Jardín Mallinkrodt, en la comuna de Providencia, dejó en evidencia que el intento del propio Gobierno por tapar la arremetida del ex presidente de la CPC, quedó corto con respecto a cómo se sintió la “jugada” de Moreno al interior de las oficinas de Teatinos 120.

Las declaraciones aparecidas el lunes de parte del ministro de Desarrollo Social, donde se desmarcó del diseño de resguardo en favor de su par de Hacienda, molestaron más de la cuenta a quien se han encargado de señalar como “su amigo” de hace más de 30 años. El haber salido a hacer la diferencia respecto de su viaje a Chicago, donde él mismo se habría costeado el viaje, en el peor momento de Larraín, tuvo la peor de las interpretaciones en su contraparte.

Desde La Moneda han insistido en que esta disputa no tendría “ningún asidero”, ya que los equipos conformados por el Presidente Piñera –señaló el miércoles la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez– “se caracterizan por ser grupos que trabajan con sentido de país”.

Fuentes al interior de Palacio revelaron que el diseño elaborado en las oficinas de Presidencia con respecto a la actividad “Pro Pyme” llevada a cabo el miércoles y presentada por el Presidente Piñera y su ministro de Economía, José Ramón Valente, contemplaba sentar juntos a los ministros de Hacienda y Desarrollo Social, por un lado, mientras que en la otra mesa estarían los dos protagonistas, el Mandatario y el señalado Valente.

La sorpresa se la llevó el propio jefe de Estado cuando se percató de que en su mesa apareció también Felipe Larraín, dejando en la ocasión al ministro Moreno solo en su mesa y lejos de sus pares, una imagen que no pasó inadvertida para la prensa allí presente, y que Piñera intentó mitigar cuando, en medio de la actividad, se cambió para compartir también con el ministro de Desarrollo Social, momento en que aprovechó para sonreír a las cámaras.

Lo que sucedió, cuentan al interior de la sede del Ejecutivo, es que, al llegar a la actividad, el titular de Hacienda se percató que compartía la mesa con Moreno, situación que no fue de su gusto, por lo que obligó a la avanzada política a reconfigurar el diseño emanado desde Presidencia la noche anterior.

Las mismas fuentes señalan que esta maniobra personal de Felipe Larraín molestó, y sobremanera, al Presidente Piñera y su círculo cercano, que ven en la actitud de Larraín soberbia y que –dicen– es la misma que lo tiene donde se encuentra, es decir, enredado en el caso Harvard.

A pesar de los intentos desde los dos ministerios, y también de sus dos jefes de cartera, por intentar disfrazar la “marca” de Moreno, el actuar del propio jefe de la billetera fiscal terminó por develar un nuevo flanco que se le abre al Ejecutivo, el que es calificado desde Chile Vamos como el de los pavos reales: “No le puedes decir a un pavo real que no muestre sus plumas, es su naturaleza”.

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