Uno de los puntos que más complicaría a parte del oficialismo es que la ministra de la Mujer y la Equidad de Género no responde al núcleo tradicional de la derecha chilena, «no le responde a un partido en especial», sino más bien al Gobierno, por lo tanto, su crecimiento podría cimentar una carrera política «con más protagonismo de lo esperado».
Los resultados de la última encuesta Cadem no han caído muy bien al interior del Gobierno. El rechazo al Presidente Sebastián Piñera aumentó 5 puntos, de un 37% a un 42%, mientras la aprobación marcó un 47%, la más baja desde el arribo del actual Mandatario en marzo de este año.
Por otra parte, un 39% aprueba el gabinete ministerial y un 53% lo desaprueba, cifras muy distintas a la de la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, quien está muy por sobre el promedio.
Según la última encuesta Cadem, Plá alcanza un 74% de aprobación y solo un 18% de desaprobación. Cinco puntos más que el ministro Roberto Ampuero, quien había liderado las encuesta en los primeros meses del segundo Gobierno de Sebastián Piñera.
De acuerdo a la medición de agosto, la ministra subió un 12% respecto a julio, mientras el resto del gabinete bajó. Números alegres para el equipo de la ministra Plá y también para el Gobierno, a pesar de la baja sostenida que ha tenido La Moneda durante los últimos meses.
Aunque la noticia del ascenso explosivo de la secretaria de Estado y su protagonismo mediático no ha causado mucha simpatía en todas las huestes de Chile Vamos. Uno de los principales comentarios, tras los resultados de la señalada encuesta, apuntaron a que el crecimiento de la ministra es «circunstancial» y que «a pesar» de que responde al trabajo de Plá, también se «explica por el contexto, es algo que se puede desinflar», señalan desde el oficialismo.
Uno de los puntos que más complicaría a parte del oficialismo es que la ministra de la Mujer y la Equidad de Género no responde al núcleo tradicional de la derecha chilena, «no le responde a un partido en especial», sino más bien al Gobierno, por lo tanto, su crecimiento podría cimentar una carrera política «con más protagonismo de lo esperado».
Además, su carácter «sin pelos en la lengua» ha despertado la molestia en los sectores más conservadores, principalmente entre los hombres, que no ven con buenos ojos «la parada de carro que se ha pegado la ministra» cuando ha «recibido piropos».
Es más, ya hay quienes la observan como una posible carta de recambio para la derecha, una que podría cimentar un camino hacia La Moneda.
