El accidentado foro de inversión del G20 en el que los Larraín chilenos generaron un poquito de confusión

Ayer  comenzó la Cumbre de Líderes del G20. Durante dos días, los jefes de Estado y Gobierno de las principales economías del mundo debatirán sobre los temas más relevantes de la agenda global. Y como uno de los invitados de de este año está Chile. Sebastián Piñera está reunido con los poderosos, junto al ministro de Hacienda Felipe Larraín.

Ayer, el ministro fue uno de los principales oradores en el Foro de Inversores que organizó el Banco Mundial en el Centro Cultural Kirchner. El evento fue cerrado a la prensa. Se habló de inversiones de infraestructura, energía y minería. También dijo presente otro Larraín, Fernando Larraín, el gerente general de las AFP.

Una fuente que participó en el evento dice que el alcance de apellidos generó un poco de confusión en más de alguno de los partícipes e incluso medio en broma y medio en serio, un banquero de Wall Street hizo un chiste sobre «nepotismo».

El evento no estuvo falto de incidentes: se cortó la luz dos veces y no había aire acondicionado. Durante el almuerzo explotó un transformador. Se sudó la gota gorda. Culparon a la filial de Enel en Argentina. El ministro de Transporte se vio avergonzado y tuvo que pedirle disculpas al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, que tuvo que terminar su discurso a capella. Mauricio Macri cerró el evento pidiendo que tuvieran confianza en la Argentina.

En la cena de cierre, el presidente del Banco Mundial, Jim Kim, le dio un fuerte respaldo a la gestión del Presidente Macri. Tuvo lugar en el Faena Art Center.

Los Larraín cenaron una burrata con jamón crudo y tatin de tomates con aceitunas. De plato de fondo hubo trucha patagónica con puré de palta. Y de postre: crema crocante de lima. El vino fue una colección de lo mejor que tiene Argentina.