
Desde fines de enero y hasta el día de hoy, las sensaciones y la información que manejan los partidos oficialistas ha sido oscilante en torno a un eventual cambio de gabinete.
Si bien a principios de febrero para la mayoría era un hecho, desde el retorno del feriado legal del Presidente Sebastián Piñera -y de manera coordinad- todos los lideres oficialistas le bajaron la temperatura a los rumores, asegurando que con los números presentados por la encuesta Cadem, 53 % de apoyo a la gestión gubernamental versus el 43 % de desaprobación, no haría necesario ejecutar cambios.
A pesar de lo anterior, un llamado desde La Moneda ha vuelto a poner en alerta, no solo a los partidos de gobierno, sino también a los asesores de las diferentes carteras que componen el ejecutivo.
La semana pasada se avisó que todos y cada uno de los ministros y los subsecretarios deben permanecer en Santiago durante esta semana de fines de febrero e inicios de marzo, sin entregar más detalles.
Desde Chile Vamos aseguran que, si bien en un principio existía un plan para realizar el ajuste previo a las vacaciones presidenciales, el total control de la agenda mediática que logró la administración piñerista, sumado a la inexistencia de la oposición, hicieron reflexionar al jefe de Estado en torno a evitar abrir un flanco en favor de los partidos opositores.
Si bien no existe nada en concreto, el excepcional llamado telefónico desde palacio, tiene con altos grados de incertidumbre a los equipos de trabajo ministeriales que no recibieron de buena manera la información, ya que esta da para pensar “cualquier cosa”, aseguran.