En la semana más candente de los “medidores inteligentes”, el español Francisco Reynés era esperado en Chile, pero finalmente canceló el viaje.
Se le esperaba para esta semana, justo en plena polémica por los “medidores inteligentes”, pero al final no aterrizó en Chile. Se trata de Francisco Reynés, el actual presidente y CEO de Naturgy, la controladora de CGE, considerado por la prensa económica española como “uno de los grandes protagonistas del año 2018”.
En Santiago, la visita del alto ejecutivo incluso era aguardada en la cartera de Energía, donde sería recibido personalmente por la ministra Susana Jiménez.
La secretaria de Estado ha sido protagonista de las últimas semanas en el debate por el recambio de los medidores. De hecho, en la previa de la visita de Reynés, la ministra Jiménez consiguió presentar ante la opinión pública un acuerdo con las empresas distribuidoras Enel, Grupo Saesa y Chilquinta, a fin de que entreguen una compensación de $10 mil a los propietarios de medidores antiguos, en pos de que les sirva de incentivo para el cambio tecnológico.
Pero a este acuerdo no concurrió CGE, con sus más de 2,8 millones de clientes, empresa que ha hecho saber por medios informales su rechazo a la medida y su falta de interés en apurar el reemplazo de los medidores antiguos por los “inteligentes”. CGE anunció que solo seguirá participando en la mesa técnica convocada por el ministerio.
La prensa especializada especulaba que la reunión de Reynés con la ministra era una perfecta oportunidad para que CGE explicitara que se alineaba con lo actuado por el Gobierno y se comprometiera con el reemplazo de medidores dentro del plazo legal. Pero el mandamás de CGE no llegó a la cita, la canceló intempestivamente.
Al respecto, se indicó inicialmente que “se atrasó el vuelo”, sin dar más explicaciones, una situación claramente distinta a la de septiembre del año pasado, cuando el CEO hizo un viaje relámpago que lo tuvo solo 24 horas en el país, y donde entregó declaraciones a la prensa elogiando la estabilidad local y resumidas en la frase “nos gusta Chile”.
Rumores han circulado de que Reynés no habría venido al país porque la matriz global de CGE quiere poner a la venta la filial CGE-Chile, y que, por lo mismo, no querría asumir compromisos con la autoridad chilena que significaran mayores desembolsos de dinero a la compañía, que ya está con estrechez de caja.
