A pesar de su avanzada edad, la viuda de Augusto Pinochet sigue recibiendo visitas de sus amigas más cercanas, con las que juega a las cartas, toma once y continuamente recuerda a los “traidores” de la derecha. La ex presidenta de Cema Chile tiene tres enfermeras que funcionan en turnos de ochos horas cada una, además de un mayordomo.
La última información que se tenía del estado de salud de la viuda del dictador Augusto Pinochet, data del 30 de diciembre del 2018, cuando se reportó que aquel sábado fue internada en la UCI del Hospital Militar, luego de haber sufrido una caída al interior de su hogar. El parte, según consignó Radio Bío Bío, indicó que Lucía Hiriart, la ex presidenta de Cema Chile, sufrió un golpe en las costillas, en uno de sus brazos y la mano.
Muy distante de ese diagnóstico, hoy Hiriart –según han indicado cercanos a su figura– gozaría de un estado de salud “impecable”, considerando sus 96 años, y a diferencia de lo que muchos podrían creer, la esposa de Pinochet se mueve con dificultades, pero sin ningún tipo de apoyo.
Respecto de su día a día, las mismas fuentes aseguraron que su estado mental es de completa lucidez, que recibe a sus amigas, que toman once y que juegan a las cartas. De su memoria, agregaron, hay nombres que nunca se van a borrar y que se le escucharía continuamente hablar de los “traidores”, aludiendo directamente a varios personeros de la derecha chilena.
De todas formas, requiere de ciertos resguardos y cuidados, por eso que cuenta con tres enfermeras que la acompañan día y noche, en turnos de ocho horas cada una y a eso se le suma un mayordomo, que se preocupa de los quehaceres hogareños.
Afirmaron que ya no cuentan con vigilia militar, pero que sí hay un encargado de llevar a cabo rondas nocturnas ante cualquier circunstancia extraña.
De sus cinco hijos, quien más cerca de ella estaría es Augusto Pinochet Hiriart, mientras que una de las más distantes sería Jacqueline, quien hace poco señaló que le interesaría competir por la alcaldía de Lo Barnechea.
