Con pasos por Rangers, Cobreloa, Everton y La U, el actual diputado independiente pro RN, es miembro de la comisión de deportes de la cámara. En abril pasado presentó un proyecto de ley que busca se sancione a los clubes por desmanes que sus hinchas puedan cometer.
18 partidos jugados y 3 goles, marcó el paso del actual diputado independiente pro RN, Pablo Prieto, por la Universidad de Chile, el refuerzo llegó en el año 1984 bajo el mando del interventor Ambrosio Rodríguez, abogado y estrecho colaborador de la dictadura. El parlamentario considera también pasos por Rangers, Cobreloa y Everton.
Fue parte de una pobre campaña a cargo de la leyenda del Ballet Azul, Ulises Ramos, quien luego fue reemplazado por Hernán Carrasco, también ex jugador, que tuvo mejor suerte como DT en El Salvador. El año terminó con la U en el quinto lugar de la zona sur (el formato del torneo consideraba las zona norte y sur en primera instancia, previo a la liguilla).
En su libro “Soy de La U” de Francisco Mouat, este recuerda aquella campaña como “una mala temporada: el plantel titular no se había presentado a jugar la primera fecha contra Rangers por estar los sueldos impagos, y tuvimos que tragarnos un trueque de jugadores con Audax Italiano que al menos a mí me dolió todo el campeonato, se fueron Hoffens y Castec”. En el mismo episodio, Mouat también tuvo palabras para Rodríguez “(…) durante años trabajó vinculado al ministerio del Interior en el gobierno de Pinochet. Ambrosio El Feo, como lo llamábamos en la revista (Apsi), había decidido en esos días, disolver la barra oficial del Chuncho Martínez”, esto luego que los barristas habían solicitado su renuncia a través de una declaración pública.
El representante de la región de El Maule, actualmente es miembro de las comisiones de pesca y también de deportes y Recreación. Desde esta última instancia ideó el proyecto de ley que busca sancionar a los clubes por el mal comportamiento de sus hinchas, el proyecto, pide que aquellos clubes cuyas barras incurren en desórdenes, destrozos y desmanes, y que utilicen recintos deportivos del Estado para su función, sean castigados con el término del arriendo o en comodato por el plazo de un año.
