En el decreto final para el cambio curricular, al que tuvo acceso El Mostrador, se señala que «en este plan los establecimientos deben ofrecer la asignatura de Religión, que es de carácter optativa para el alumno y la familia». Si la clase de Religión no se dicta las horas que a ella corresponden, serán distribuidas por el establecimiento en una o más de las siguientes asignaturas: Artes, Educación Física y Salud o Historia, Geografía y Ciencias Sociales.
Una amplia polémica ha generado el cambio curricular para 3° y 4° medios, creado por el Consejo Nacional de Educación (CNED), que definió que los ramos de Historia y Educación Física serán electivos para los y las estudiantes de los dos últimos años de la etapa escolar, decisión que influyó hasta en la activación del paro del Colegio de Profesores.
Pero así como Historia y Educación Física pasaron a ser electivos, no dejó de llamar la atención que en el Plan Común de Formación General Electivo es establece que el ramo de Religión «se debe ofrecer de manera obligatoria» por parte de los colegios, pero «es optativa para el alumno y su familia».
¿Qué significa esto? Que los colegios están obligados a brindar el curso de Religión, siempre que exista un o una estudiante o familia que desee que su hijo o hija lo curse. A diferencia de los ramos de Historia, Artes o Educación Física, en donde cada escuela tiene la capacidad de elegir si quiere o no brindar tales asignaturas.
En el decreto final para el cambio curricular, al que tuvo acceso El Mostrador, se señala que «en este plan los establecimientos deben ofrecer la asignatura de Religión, que es de carácter optativa para el alumno y la familia».
Si la clase de Religión no se dicta las horas que a ella corresponden, serán distribuidas por el establecimiento en una o más de las siguientes asignaturas: Artes, Educación Física y Salud o Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Si uno o más alumnos no cursan la asignatura, el establecimiento deberá arbitrar medidas para que destinen el tiempo, en al menos, a una de esas asignaturas.
Esta obligatoriedad se debe a que en el decreto 924 de 1984 del Ministerio de Educación, en su artículo N°3, se establece que «las clases de Religión deberán ofrecerse en todos los establecimientos educacionales del país, con carácter de optativas para el alumno y la familia. Los padres o apoderados deberán manifestar por escrito, en el momento de matricular a sus hijos o pupilos, si desean o no la enseñanza de Religión, señalando si optan por un credo determinado o si no desean que su hijo o pupilo curse clases de Religión».
El Mostrador consultó a una serie de sostenedores de colegios y la mayoría señaló que las clases de Religión han «ido mutando con el tiempo» y que se intenta enseñar de «todas las religiones». Destacaron que se incluya una «segunda opción para los alumnos», ya que antes aquellos que optaban por no cursar Religión «se quedaban en silencio en las salas». De todas formas, algunos sostenedores recalcan que «no están los tiempos para pasar Religión».
