En La Moneda y en sectores del oficialismo no todos están de acuerdo con la idea de Piñera, la que es considerada internamente como un despropósito, dada la compleja señal que el Mandatario estaría dando sobre su poco respeto a las decisiones de otro poder del Estado, en este caso el Congreso, de acusar constitucionalmente a un ministro de Estado e inhabilitarlo para ejercer cargos públicos.
Si bien nunca ha dejado de asesorar al Presidente Sebastián Piñera, desde que salió del Ministerio del Interior tras ser acusado constitucionalmente por omitir haber adoptado medidas para detener la violación de los Derechos Humanos durante las primeras semanas del estallido social, la opción relativa a que Andrés Chadwick retorne a la primera línea política no tiene a todos contentos en el Gobierno.
La semana pasada se reveló que el Mandatario quiere que Chadwick se haga cargo de la coordinación del proceso constituyente para Chile Vamos. Si bien la sanción a las autoridades acusadas constitucionalmente establece la prohibición de ocupar cargos públicos por cinco años, la idea del Jefe de Estado no contraviene dicho castigo, ya que la nominación es estrictamente política.
A pesar de eso, en La Moneda y en sectores del oficialismo no todos están de acuerdo con la idea de Piñera, la que es considerada internamente como un despropósito, dada la compleja señal que el Mandatario estaría dando sobre su poco respeto a las decisiones de otro poder del Estado, en este caso el Congreso, de acusar constitucionalmente a un ministro de Estado e inhabilitarlo para ejercer cargos públicos.
Hay dos argumentos internos para rechazar el regreso de Chadwick.
Uno, explicaron en Palacio, es la cuestionada labor que tuvo como ministro del Interior desde el asesinato de Camilo Catrillanca y durante todo el 2019, porque más que un aporte –agregaron– se transformó en una complicación para La Moneda, al punto que no son pocos quienes le atribuyeron parte de la responsabilidad del mal manejo del estallido social del 18 de octubre por no haber ejercido en plenitud su rol.
El otro argumento apunta a lo que calificaron internamente en el Gobierno como la “ceguera” de Piñera, al no estar consciente de los anticuerpos que Chadwick –su primo– provoca ante la opinión pública, más aún después del estallido social.
