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Las medidas correspondientes al paquete de estímulo fiscal para enfrentar la crisis económica provocada por el coronavirus, no han estado exentas de problemas en el país gobernado por Donald Trump.
En todo el mundo, los gobiernos han tratado de poner el acelerador para concretar las ayudas a sus ciudadanos para enfrentar la crisis económica provocada por el COVID-19. Sin embargo, en este proceso, la posibilidad de cometer errores es alta y así ocurrió en Estados Unidos, porque ayer se conoció que el Departamento del Tesoro envió casi 1,1 millones de cheques a ciudadanos ya fallecidos
Así lo reconoció la Oficina de Control de Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés). El reporte indicó que, dado el mandato de entregar el dinero «lo antes posible», el Tesoro y el Servicio de Ingresos Internos (Hacienda) envió los tres primeros conjuntos de pagos empleando prácticas operativas que «no incluían el uso de los registros de fallecimientos como un filtro para frenar los pagos a los ciudadanos ya muertos». Pero a comienzos de mayo, el Tesoro se dio cuenta del error y comenzó a filtrar los envíos.
Dentro del paquete de estímulo aprobado en marzo por el Congreso, los ciudadanos con ingresos menores a 75 mil dólares al año recibieron cheques por valor de 1.200 dólares, con un pago adicional de 500 dólares para hijos menores de 17 años.
La falla en los envíos alcanzó un valor total cercano a los 1.400 millones de dólares. La cifra, no obstante, es baja si se compara con el total de 270 mil millones de dólares desembolsados en 160 millones de pagos a finales de mayo.
Este error se conoce a la vez que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, baraja poner en marcha un segundo plan de apoyo a los ciudadanos y empresas ante los prolongados efectos negativos de la crisis del coronavirus, que ha provocado ya más de 120 mil muertos en el país.
