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Vocería de la Corte Suprema: una paradoja que tiene al máximo tribunal en la mira

Vocería de la Corte Suprema: una paradoja que tiene al máximo tribunal en la mira

En los 199 años del máximo tribunal del país, solo durante 16 de ellos ha existido la vocería. Es decir, uno de los magistrados se hace cargo de la comunicación con la opinión pública. Antes, esa labor era asumida por su presidente, lo que para algunos observadores sería lo más natural, ya que él es quien está al tanto del funcionamiento, los tiempos del tribunal, y representa al Pleno que lo elige. La vocería fue creada en 2007 por la necesidad de “tener una sola voz para evitar que cada supremo esté dando su opinión personal y particular”. Paradojas de la vida…


Después que el pasado 7 de junio la magistrada Ángela Vivanco presentara la renuncia a la vocería de la Corte Suprema –tras la polémica por su interpretación del fallo que instruye a las isapres para que devuelvan excedentes a los usuarios–, el cargo quedó vacante a la espera de un nuevo nombramiento. Este no tiene fecha, pero fuentes de tribunales apuntan a que se realizaría una vez superado el capítulo isapres y/o cuando el Pleno esté completo. Recordemos que falta nombrar a quien reemplazará al exministro Guillermo Silva Gundelach, que se acogió a retiro tras cumplir la edad de jubilación. Y no quedaría mucho tiempo, pues el pasado 6 de junio el Presidente Gabriel Boric propuso al Senado –para ese cupo– a la ministra Jéssica González.

Mientras, será el presidente de la Suprema, Juan Eduardo Fuentes, quien ejercerá ese rol. En todo caso, esa era la fórmula usada por años en las comunicaciones del máximo tribunal del país. Y para algunas personas está de más que el organismo tenga una vocería, ya que el presidente maneja y regula prácticamente todo el funcionamiento de la Corte y, además, representa al Pleno que lo elige.

Persona de confianza del presidente

La vocería de la Corte Suprema se estableció el 2 de junio de 2007, decisión plenaria adoptada tras la polémica generada con la prohibición a la prensa de acercarse a los ministros sin su autorización, la que finalmente no fue ejecutada. Un Pleno extraordinario, que duró cuatro horas, decidió la figura y designó al ministro Urbano Marín y como reemplazante al magistrado Milton Juica. Entonces se dijo “querer tener una sola voz para evitar que cada supremo esté dando su opinión personal y particular”.

Con los años, la elección del vocero o la vocera ha sido privilegio del presidente del máximo tribunal, no por medio del Pleno; por lo tanto, es una persona de su confianza y, además, debe llevar un tiempo en el Poder Judicial.

Casi 10 años después y gracias a una positiva evaluación de la figura del portavoz como canal de comunicación con los medios y la opinión pública, “posibilitando que la información relevante fluya genuina y oportunamente”, dice el acta, la Corte Suprema –a través del Acta 51-2016 Estatuto_vocerías_Poder_Judicial del 16 de mayo de 2016, la misma que designó al ministro Milton Juica Arancibia en el cargo– informó la extensión del sistema de vocería a los demás niveles de tribunales. Así se establecieron vocerías en las Cortes de Apelaciones; Tribunales de primera instancia en territorios jurisdiccionales de Santiago y San Miguel (que tienen un vocero externo profesional, “según presupuesto”); así como en los demás Tribunales de primer grado del país.

Los voceros que ha tenido la Corte Suprema desde que se creó la figura –varios de los cuales renunciaron antes de concluir su periodo– son: Urbano Marín (2007), Nibaldo Segura (2010), Jaime Rodríguez (2011), Hugo Dolmestch (2012), Milton Juica (2015), Lamberto Cisternas (2018), Gloria Ana Chevesich (2020) y Ángela Vivanco (2022).

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