Opinión
En el Día Mundial de la Resiliencia del Turismo conmemorado el 17 de febrero, fecha declarada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es fundamental poder llevar este concepto hacia el área local en relación con los obstáculos por los que ha atravesado este rubro en la Región de Valparaíso, una de las zonas con mayor flujo de visitantes dentro del territorio nacional, y que además ha debido enfrentar una tremenda catástrofe en este periodo estival.
Según balances emitidos por la Subsecretaría de Turismo la zona costera de la Región mantuvo una ocupación hotelera del 56,6% durante los primeros quince días de enero, marcada por la llegada de habitantes argentinos junto a una alta presencia de turistas nacionales.
A través de distintos programas de reactivación, conservación y diferentes medidas adoptadas por las autoridades en la materia, Viña del Mar, siempre se ha caracterizado por ser la capital turística del país. Sin embargo, con ello es importante tener en consideración las diversas dificultades que ha debido atravesar el gremio turístico durante el último tiempo. Con la llegada de la pandemia, se declaró la suspensión de los principales puntos del sector.
El Festival de Viña fue cancelado en dos ocasiones por primera vez en su historia, el Casino se mantuvo cerrado por casi un año, el espectáculo pirotécnico realizado en Año Nuevo fue suspendido y por otro lado las medidas de distancia social incidieron fuertemente en el sector.
Debido a esto, muchos centros del rubro gastronómico, turístico y comercial se vieron afectados, provocando cierres y despidos dentro de trabajadores. Junto a ello, en agosto del 2023, en la comuna de Concón se desencadenó un importante socavón del campo dunar, que, junto con la damnificación de los ocupantes de las viviendas ubicada en las cercanías, se implementó el cierre
de una de las principales vías carreteras ubicadas a la orilla del mar.
A pesar de esto, luego de la gestión de eventos, mesas de trabajo, coordinación entre los distintos gremios, mejoramiento de la infraestructura, inversión en el territorio y reforzamiento en materia de seguridad, es que la zona ha logrado levantarse continuamente y con mucho esfuerzo luego de las intensas crisis (que parecieran no acabar con los recientes incendios en Viña del Mar).
El turismo, en plena temporada estival, se ha enfrentado a una baja de sus trabajadores que han perdido sus hogares en la catástrofe, y a una baja en el flujo de clientes. La condición local y el toque de queda son algunos de los puntos clave que han provocado que haya una disminución de visitantes este mes. Con el recambio de turistas de fines del mes de febrero esperamos que las cifras logren repuntar. El toque de queda en los sectores del incendio, no impiden el acceso a lugares tradicionales turísticos de Viña del Mar y Valparaíso.
En menos de dos años se han otorgado 3.200 nuevos permisos comerciales. Desde la Municipalidad de Viña del Mar, se han aplicado estrategias para la activación de la industria del entretenimiento, con eventos deportivos, musicales y culturales de relevancia nacional, con un trabajo realizado desde distintos actores de la ciudadanía, permitiendo que hoy en día podamos seguir trabajando en este importante rubro para esta Región.
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