Bárbara Figueroa, la primera mujer en ser presidenta de la CUT, es clara en decir que el trabajo que se realizaba hasta ahora en la multisindical no era el correcto, ya que, según ella, se «encapsularon» y «evitaron el conflicto». Su rol como presidenta, dice, es representar no sólo al obrero, sino que a todos los trabajadores de nuestro país.
Conversamos con ella del gobierno de Piñera, que ha sido malo para los trabajadores y la Concertación que tampoco ha ayudado mucho, ya que cometió el pecado de «atomizar» el movimiento sindical por 20 años, logrando que la CUT fuera «obsecuente» con la oposición actual. Tampoco presta mucha atención a las próximas elecciones presidenciales, porque dice que hasta ahora ha escuchado sólo nombres y a ella le interesa escuchar programas políticos. El resto es simplemente «farándula».
