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El rector de la Universidad Academia Humanismo Cristiano conversó sobre los desafíos de la educación superior en la actualidad, donde no solo existe un contexto de pandemia, sino un proceso de Nueva Constitución y una preocupación por el cambio climático, la inclusión y una sociedad menos desigual.
Ha sido un período desafiante para la Educación Superior. Además de la pandemia y cómo ésta aceleró el proceso de clases telemáticas -que afectó diversos ámbitos de las comunidades educativas-, Chile se encuentra viviendo una discusión de fondo en cuanto a demandas sociales, la sociedad que queremos y una Nueva Constitución.
La Educación Superior también está viviendo un proceso de reforma con el debate de la nueva prueba de selección universitaria. «El carácter de transición marca esta admisión. Existe una nueva normalidad que no termina de llegar y en medio tenemos esta prueba de transición que parece más de continuidad con lo anterior que un cambio estructural», sostiene el rector de la Universidad Academia Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis.
Para el académico, los estudiantes tienen «expectativas legítimas» de poder tener una prueba de selección que cuente con mayores criterios, donde se consideren regiones, inclusión efectiva, entre otros factores, «porque sienten que están en una cancha que es igual, pero no es equitativa. Es igual porque todos son medidos por la misma vara, pero que tiende a valorar las desigualdades de entrada».
Por eso Ramis cree que «hay un conservadurismo muy grande no solo en las autoridades ministeriales, sino en las propias universidades tradicionales, que tienen ahí una zona de confort respecto a la forma en cómo se seleccionan los estudiantes».
La pandemia dejó además varios desafíos en ámbito educativo y una nueva realidad. «Las universidades no van a volver a la etapa anterior, van a haber áreas prácticas que van a ampliarse y se van a consolidar en el formato virtual y eso también va a permitir dinámicas de formación que anteriormente no se desarrollaban con tanta capacidad. La virtualidad tiene potencialidades».
Ramis sostuvo que las universidades deben transformarse en pluriversidades. «La universidad hoy ya no es la única fuente de conocimiento», enfatiza. Una pluriversidad incorpora diversos conocimientos, provenientes desde el Estado, la empresa y movimientos sociales, entre muchos otros saberes, que se deben integrar en la sociedad actual.
«Como universidad hemos incentivado este debate y estamos muy contentos de que varios miembros de nuestra comunidad sean candidatos constituyentes», afirma el rector de la UAHC. «Hay una discusión en relación sobre los derechos sociales, el Estado de Bienestar, el agua, medioambiente, educación superior» de la que se han hecho parte como institución, de acuerdo a su misión y visión educativa.
Ramis afirma que la reflexión en torno al nuevo pacto social también significa sentar nuevas bases para la educación actual. «En el campo de la educación superior, es muy necesario generar bases para seguir avanzando en una agenda que ha estado medio inconclusa. La gratuidad necesita entrar en una base diferente, bajo un marco regulatorio que no cargue los costos de esa política en las entidades de educación superior, si no que se distribuya de una manera más equitativa», manifiesta.
Y agrega: «La Nueva Constitución debería ampliar las bases para que pudiéramos construir un Sistema Nacional de Educación, desde la primera infancia a la educación superior, y donde se garantice la provisión mixta, donde se esté orientado a metas públicas y se pueda poner el énfasis en la consecución de objetivos nacionales».
Para el rector de la UAHC es importante que el proceso signifique llegar a acuerdos para nuestra sociedad. «Quisiéramos que el proceso constituyente llegue a cuajar en un pacto social sólido que legitime nuestras instituciones nacionales y restablecer el pacto social roto, que el 18 de octubre de 2019 se fragmentó».
«La incertidumbre frente al futuro se debe reducir, debemos construir un piso de dignidad, unas bases de bienestar, un estado social de derecho que nos permita pensar que el futuro no esté librado a la intemperie», añade.
Por eso para la UAHC es importante en la formación de profesionales «que no incorpore solamente habilidades procedimentales, sino que tenga una visión que sustantivamente adscriba a este valor fundamental de las personas, al humanismo integral, que es considerar que las personas son siempre fines y nunca medios».
«Esto se traduce en una valoración de la legislación , el marco normativo, lo que la sociedad debe construir en lo económico debe tener una subordinación a esta definición, justamente lo contrario a lo que sucede en nuestra sociedad que subordina a las personas a una meta», agrega.
Por eso «una empresa esta hoy dia evaluada en la bolsa por objetivos que son simplemente de rentabilidad financiera, nunca de objetivos de rentabilidad social. Construir nuevos indicadores es algo que se esta desarrollando en nuestro país y no es algo tan ajeno al siglo XXI, hay países que han avanzado juchñisimo en esas dimensiones».
Para Ramis, «Chile pareciera estancado en un modelo de desarrollo muy propio del siglo XX donde la única variable que se sigue considerando es la de las utilidades finales en términos de maximización de ingresos».
Para lograr un cambio se «requiere un profesional distinto». Además para el rector UAHC es necesario formar «una doble conciencia que comprenda el mundo actual, que por un lado comprenda el mundo actual, porque no podemos mostrarle un mundo que no existe, pero no podemos dejar de soñar esa utopía, en términos contrafácticos, en términos de decir que es posible construir, no es un sueño que podemos tener y no es posible de realizar. Es posible evidenciarlos con estudios y capacidad de análisis, mostrando prácticas alternativas para que progresivamente podamos ir cerrando la brecha en nuestra realidadactual tan centrada en este criterio de maximizador de la utilidad individual hacia criterios de rentabilidad integral».
