Más que ollas y sartenes
Se nota cuando los ensayos para conseguir un buen resultado en la mesa provienen de los juegos familiares cultivados por años. Esta sandwicheria recrea un estado imaginario con un PIB alto en sabor.
Variaciones sobre una misma pieza.
Hay cientos, o quizá miles de evidencias que corroboran eso de que la sandwichería en Santiago y más allá, vive una época de oro como pocas.
Hace rato que en cualquier esquina, de cualquier barrio, de cualquier comuna, un carrito completero con papas fritas y un churrasco –aunque sean esos de láminas congeladas- forman parte del panorama estelar, por ejemplo, de un fin de semana por la noche con algo de ocio por delante. Esa es la base en la que descansa una oleada de sándwiches mucho más complejos, de esos que acaparan portadas y sonrisas y que marcan tendencia como si se tratara de modelos de pasarela entre dos panes. Pero también la calidad nace de la tradición, o al menos desde la fuerza de la costumbre, cosa que se acentúa cuando viene de familia. Eso pasa con los tres primos que fueron más allá de sus experimentos en la cocina casera, para darle forma a Repúblika del Sandwich, ubicada en el área comercial de las inefables torres gemelas de avenida Providencia, entre Antonio Varas y Carlos Antúnez.
Seguramente desde los tiempos de esas reuniones familiares que derivan los nombres de sus recetas, que aluden a la política sin importar mucho la tendencia, ni la forma de gobernar de quienes lideran los destinos de esta micronación: Comandante Marcos ($ 4.750), Asamblea Nacional ($ 4.200), El Huaso ($ 4.600), El Dictador ($ 4.400) o Lomito Republicano ($ 4.500), se mezclan tanto como la cantidad de ingredientes que aparecen entre sus panes.
Hay que decirlo, en este país la inflación es baja y eso repercute en la calidad de vida de los ciudadanos.
En el caso del Comandante es la plateada mechada la que manda, jugosa y bien sazonadas, junto a la pasta de porotos negros, el guacamole y los pimientos de piquillo.
En el Republicano es el lomo y el chucrut lo predominante y en el Huaso, el suave, tibio y muy bien sazonado arrollado directamente llevado desde Melipilla, el que marca la diferencia.
En casa sándwich hay sabor, mucho sabor, pero también es en los panes bien resistentes y firmes, donde hay un sello especial. Puede ser amasado, ciabatta, aparte de un pan con manteca y chicharrones de jabalí donde quien distinguirse, aunque en este caso no se noten demasiado las intensidades grasas.
Buena provisión de cervezas artesanales, algunos vinos y tragos para después de la oficina, complementan un lugar que merece un espacio en nuestro listado OCDE de sabores. Aparte, exportan: tienen reparto por el barrio.
Providencia 1681, Providencia. Sector de los locales comerciales.
Tel. 222640165 y 222640155
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