NUEVA CONSTITUCIÓN
Los convencionales Adriana Cancino (Colectivo Socialista) y Jorge Abarca (Independientes por una Nueva Constitución), durante una de las sesiones de la comisión de Preámbulo. Foto: Sebastián Beltrán Gaete de Agencia Uno.
Este jueves, el Pleno de la Convención Constitucional aprobó el párrafo que abre el borrador de la nueva Constitución. «Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático», fue el único párrafo presentado por la comisión de Preámbulo que logró los votos para pasar a la propuesta constitucional. El rechazo de los demás incisos como el que hacía alusión al estallido social y a la crisis climática no fue una sorpresa, ya que los días previos a la votación los convencionales de distintos colectivos adelantaban que no habían quedado satisfechos con la redacción planteada al Pleno. Los rechazos del párrafo que hacía referencia al 18-O vinieron de parte de los convencionales de la centroderecha, el Colectivo del Apruebo, el Colectivo Socialista, el Frente Amplio y el Partido Comunista.
«Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático», fue el párrafo aprobado este miércoles por el Pleno de la Convención Constitucional, texto que quedó como preámbulo del borrador de la nueva Constitución.
El texto fue aprobado con 107 votos a favor. Al superar la valla de los 2/3 (103 convencionales), quedó en la propuesta constitucional, que será plebiscitada el 4 de septiembre.
El enunciado es de carácter como introductorio y de acuerdo con el doctor en Historia e investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), Juan Luis Ossa, funciona como “una justificación política, social y cultural que una generación determinada desarrolla”.
Indicó que, como historiador, los lee “como hojas de ruta que generaciones que se han dado la tarea de redactar un nuevo pacto constitucional les entregan a las futuras generaciones”, y que dichos textos “son esencialmente políticos, porque son el reflejo de una coyuntura política que debe quedar explicitada en ellos”.
Sin embargo, el investigador aclaró que no todas las constituciones chilenas tienen un preámbulo: “La Constitución del 33, del 25 y del 80 no tienen”.
Con los votos de convencionales del Frente Amplio, el Partido Comunista, el Colectivo Socialista, la Coordinadora Plurinacional, Movimientos Sociales Constituyentes (MSC), Pueblo Constituyente y parte del Colectivo del Apruebo se aprobó solamente el primer inciso de los cuatro presentados por la comisión de Preámbulo al Pleno, la votación del total de convencionales.
Los rechazos del segundo párrafo -77 votos a favor, 46 en contra y 23 abstenciones-, que contenía la expresión “estallido social” vinieron de parte de algunos convencionales de la centroderecha, Independientes por una Nueva Constitución, el Colectivo del Apruebo y los grupos de la base de gobierno.
Del Colectivo Socialista votaron en contra Ricardo Montero y Andrés Cruz, del Frente Amplio Fernando Atria, Jaime Bassa y Christian Viera, y del Partido Comunista Bárbara Sepúlveda, mientras Marcos Barraza no lo hizo.
Convencionales al interior de los colectivos antes mencionados aseguraban que para algunos de sus representantes en la comisión de Preámbulo su votación fue una sorpresa y que esperan que esto no interfiera en el sufragio de las correcciones al borrador constitucional que presentará la comisión de Armonización la próxima semana.
Los cuatro párrafos fueron un acuerdo entre integrantes del Colectivo del Apruebo, el Colectivo Socialista, Independientes por una Nueva Constitución, el Frente Amplio (FA), la Coordinadora Plurinacional, Escaños Reservados y Renovación Nacional (el voto de Raúl Celis).
Y aunque la mayoría de los convencionales que fueron parte del acuerdo aseguraron que los integrantes de sus respectivos colectivos quedaron conformes con el texto, ya la semana pasada otros, en conversaciones de pasillo, señalaron que no les gustó el resultado y que estudiaban qué incisos aprobar.
Los dos puntos que destacaron como controvertidos eran: “estallido social”, para convencionales de la centroderecha y una parte de la centroizquierda; y “salida institucional”, para colectivos de izquierda e independientes.
Los reparos de esta última frase, aseguraban que surgían de considerar el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 como uno firmado “entre cuatro paredes, por haberse tratado de una solución de los parlamentarios”.
Los tres incisos que fueron rechazados por el Pleno son:
-«Considerando los dolores del pasado y tras un estallido social, enfrentamos las injusticias y demandas históricas con la fuerza de la juventud, para asumir esta vía institucional a través de una Convención Constitucional ampliamente representativa».
-«Con ello, hemos decidido mirar hacia el futuro con esperanza y cambiar nuestro destino sin importar el origen, condición o creencias de cada cual; para construir una sociedad justa, consciente de su relación indisoluble con la naturaleza amenazada por la crisis climática, que promueva una cultura de paz y diálogo, con un compromiso profundo por los Derechos Humanos, la justicia, igualdad y libertad».
-«De esta manera, en ejercicio del poder constituyente, adoptamos la siguiente Constitución Política de la República de Chile».
En la interna de MSC aseguraban que fue poco tiempo de discusión –dos semanas– y que lo acordado sobre la naturaleza no era suficiente para dar el énfasis. Convencionales de la Coordinadora Plurinacional afirmaban antes de la votación y a puertas cerradas, que algunos no quedaron conformes con el resultado. Una de las principales razones –explicaban– es que no se agregó “el apego irrestricto a los tratados internacionales de derechos humanos”.
Con la frase «conformado por diversas naciones«, Isabella Mamani, de Escaños Reservados y representante del pueblo aymara, aseguró a El Mostrador que se “reconoce a los pueblos originarios que hemos estado invisibilizados en todas las constituciones anteriores”.
Wilfredo Bacian, de la Coordinadora Plurinacional, representante del pueblo quechua e integrante de la Comisión de Preámbulo, puntualizó que tal concepto le “hace justicia a casi 200 años de invisibilidad de los diferentes pueblos que habitan en Chile desde enero de 1825 (Parlamento de Tapihue), que el Estado chileno no admite diversas culturas, con sistemas comerciales y jurídicos propios, con autonomías, territorios, idiomas y estructuras sociales diversas. De modo que, incluir este término, permite reintegrar a las políticas públicas la idea de convivencia y coexistencia con respeto a esas diferencias”.
