Gastronomía
Uno de los rubros más afectados por la pandemia podrá reactivar sus funciones en las comunas que se encuentren en la fase de Preparación con un 25% de su capacidad limite en espacios interiores. Además, desde este jueves el toque de queda comienza a regir a las 00.00 hrs., aunque para el gremio el horario sigue siendo perjudicial.
Este martes, el ministro de Economía, Lucas Palacios, anunció una nueva medida para dar respiro al gremio gastronómico, uno de los más dañados por la pandemia tras permanecer meses con sus puertas cerradas: los restaurantes de comunas en fase 3 (Preparación) que hasta ahora solo podían abrir sus locales en terrazas y espacios abiertos, podrán reactivar sus funciones en interiores con el 25% de su capacidad.
Son tres las condiciones para abrir esos espacios: que el lugar tenga una ventilación adecuada, que la permanencia de los comensales sea en un máximo de dos horas, que la distancia de las mesas tenga por lo menos dos metros.
Para el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo, la medida “va en la dirección correcta, ya que han demostrado que, en la medida que se les ha entregado la confianza han reabierto sus terrazas de forma responsable con protocolos y distanciamiento”.
Actualmente solo estaba permitido la atención de mesas en el interior en comunas en fase 4 (apertura inicial) y lo habían implementado comunas como Vitacura, Ñuñoa, Peñalolén y toda la Región de Coquimbo.
Con la nueva medida se podrán sumar comunas como Providencia, Las Condes y Santiago, además de Valparaíso y Viña del Mar que recientemente avanzaron a etapa de Preparación.
«Vemos de manera positiva la posibilidad de volver a abrir con un 25% de capacidad en el interior, ya que permitirá que sumemos 5 mesas a la oferta que tenemos hoy día y de alguna forma hace que podamos mejorar nuestras ventas a lo largo del mes y disminuir las pérdidas que ha causado esta pandemia», dice Macarena Cortés, dueña de Chueca, bar feminista y LGBTI+ de Providencia.
En la misma comuna, Aitor Sampedro Martin, dueño del restaurante Okela, asegura que la medida «es un paso importante en la reactivación económica. Si bien queremos realizar una desescalada prudente para no seguir los pasos de Europa cuando pase el verano, las cuentas nos piden a todos ya poder avanzar. Poder atender al interior del local nos va a permitir aumentar las ventas y a su vez las contrataciones. Sin embargo creo que la flexibilidad que se ha dado hasta ahora por parte de la comuna con la ampliación de las Terrazas se debe mantener para poder salir adelante».
Otra de las medidas que alivió al sector fue anunciada hace unos días por la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell. A partir de este jueves, la restricción de circulación de personas por toque de queda regirá desde las 00:00 hasta las 05:00 del día siguiente, por lo que se acortará en una hora su vigencia.
Sin embargo para los dueños de restaurantes el horario sigue siendo “insuficiente” para revertir las pérdidas y poder implementar los locales con más gente trabajando.
Desde Achiga, Picallo aseguró que “esta modificación es un paso positivo, pero todavía insuficiente (…) Hace tiempo estábamos planteando que el toque de queda genera un gran problema para los restaurantes, lo mismo con el horario del Metro, que fuera a las 21 horas, de manera que los trabajadores tengan cómo llegar a sus hogares. Hoy las cocinas están cerrando a las 8 de la noche”.
Para la industria es fundamental eliminar la restricción horaria “para funcionar en el horario de cena con una mayor normalidad”.
“Hoy no tiene ninguna justificación que exista el toque de queda. El horario de cena es un horario que tiene un consumo más alto que el de almuerzo”, dijo el presidente de Achiga. “O nos dejan trabajar o nos ayudan para mantenernos cerrados“.
Asimismo, dueños de locales en Las Condes, Vitacura y Providencia han indicado lo complejo que resulta para las y los trabajadores el regresar a sus domicilios cuando el transporte público estaría disminuyendo drásticamente desde las 21:00.
Por su parte Natalia Rojas, dueña del restaurante italiano La Finestra, en Ñuñoa (fase 4), sostiene que «el desplazamiento del toque de queda se agradece como gesto, pero sin duda no produce mayores cambios ni mejoras en nuestro rubro. Las cocinas deben seguir cerrando al menos dos horas antes de esto, para poder limpiar y permitir que los trabajadores regresen a sus casas. El transporte público también debería ya estar habilitado hasta las 00:00 al menos, para que todos puedan trasladarse y volver a sus casas con tranquilidad».
Mientras que Cortés cuenta que «a partir de la fase 3 en Providencia habíamos podido tener Chueca con ocupación máxima permitida en la terraza. Pero la diferencia con los tiempos antes de la pandemia es el toque de queda, sobre todo para las bares, ya que las personas realizan su mayor consumo a partir de las 20:00 horas y, en nuestro caso, el porcentaje mayor de venta diaria se hasta la 1:00 de la mañana, por lo que tenemos varias horas menos en la situación actual. Por nuestra parte, confiamos en que la normalidad de las ventas llegará con la eliminación del toque de queda».
