Gastronomía
Al sur de la “Cañada de los Monos”, la actual Avenida Matta, entre casonas de estilo republicano y hermosos parronales, surge la resurrección de un barrio gastronómico y cultural que vuelve a florecer.
Una casa azul y rosa, sede del restaurante Pulpería Santa Elvira, sirve de escenario para presentar la ruta Matta sur, un proyecto de desarrollo territorial que busca transformar al barrio en un nuevo polo gastronómico del centro de Santiago.
La Pulpería Santa Elvira es un restaurante de cocina moderna, que reivindica la despensa local y el barrio en el que convive. Por eso, no es extraño que su creador y cocinero, Javier Avilés; y su mujer y jefa de sala, Florencia Velasco, sean los principales impulsores de una iniciativa que quiere recuperar un sector de la ciudad de gran relevancia patrimonial y, al mismo tiempo, descentralizar las cocinas de la capital.
El apoyo del BID y del programa municipal Revive Santiago, organismos destinados a impulsar la innovación y defender la identidad territorial, fueron fundamentales para que tras un año de trabajo la ruta Matta sur sea hoy una realidad.
La evidencia demuestra que Santiago, a excepción de la mayoría de las capitales del mundo,
concentra toda su movida gastronómica y cultural al oriente de la ciudad, lo que deja a los barrios patrimoniales y periféricos fuera de la escena. Llámelo esnobismo, prejuicio, abandono, falta de apropiación territorial, desigualdad o deuda cultural, pero cualquier diseño de urbanismo inteligente y estético solo lo encontramos de Providencia hacia arriba.
Por eso celebro que iniciativas así, de espíritu colaborativo y social, conquisten nuevos espacios de la ciudad como una suerte de alegato a favor de la vuelta al barrio, que ayuden a la urgente recuperación por parte de sus residentes del sentido de pertenencia, y permitan dar mayor atractivo a un Santiago tan grande como dormido.
Ocho son los restaurantes y emprendimientos gastronómicos que conforman la nueva Matta sur. cafeterías de especialidad, almacén, chocolatería artesanal, taquería, restaurantes de autor entre otros, son parte de una variopinta oferta que en unos años, permitirá la rehabilitación urbana de una zona cuya belleza ha sido eclipsada por su inseguridad.
¡Qué duda cabe que la gastronomía es un dinamizador y transformador social imparable!
Matta sur, o el barrio de la resistencia, renuncia a desaparecer y renace desde la creación de espacios gastronómicos que fortalecen la diversidad social (evitado la creación de guetos tan propios en los barrios abandonados); dotan de calidad a los espacios públicos, favorecen las relaciones interpersonales y salvaguardan la imagen que tenemos de nuestro desconocido entorno urbano.
